Si pudiéramos ir más allá de nuestra intención estrechamente enfocada en hacer todo por nuestro bien (consciente y subconscientemente, en cualquier esfuerzo, por la fuerza, por todos los medios), sentiríamos el mundo no con nuestros cinco sentidos, sino como si fuera con los sentidos de alguien más.
La percepción del mundo a través de los órganos sensoriales de otras personas nos da una imagen completamente diferente -no egoísta, por encima de la imagen egoísta, que llamamos mundo superior. Pues, al grado en que comenzamos a salir de nosotros mismos, salir de nuestra intención por nuestro bien e integrarnos en la intención no por nuestro bien, descubrimos que previamente estábamos sirviendo a la fuerza por nuestro bien y ahora servimos a la fuerza, por el bien de otros.
La intención por el bien de otros es llamada Lishmá.
Cuando adquirimos esta intención, comenzamos a ver el mundo de forma diferente, no dependiente de nosotros, de nuestra existencia, de nuestras acciones y deseos. Este mundo es llamado mundo superior ¿Por qué? Comenzamos a ver fuerzas, acciones que están por encima de nosotros, fuera de nosotros porque no están limitadas por nuestro egoísmo estrecho.
Esta oportunidad de actuar en forma absoluta, no por nuestro bien, es llamado Lishmá, nos lleva al grado de eternidad, perfección y nos da la oportunidad de existir en un mundo diferente, en un espacio diferente.
Pregunta: ¿Dónde está el Creador aquí?
Respuesta: El Creador es la fuerza general de otorgamiento y amor, la cual en este caso es revelada al hombre, dado que la adquiere fuera de sí mismo. A este grado, parcialmente, se familiariza más y más con ese gran campo, la gran fuerza que lo rodea en una nueva dimensión, en un nuevo mundo, llamado Creador.
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De Kabtv “Estados espirituales”
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