Un nuevo nivel de unidad

No debemos pensar sólo en cómo reunirnos con el fin de sentir la fuerza superior entre nosotros, su plan, su objetivo, lo cual nos ha desarrollado a lo largo la historia….

La chispa que apareció en nuestro mundo desde el Big Bang desarrolló toda la materia al transferir a ella toda su energía, toda la información, y luego obligar esta materia a unirse. Al principio, la materia se reunió de la energía y luego aparecieron las partículas. Ellas comenzaron a conectarse y a crear átomos, moléculas y cristales diferentes.

En el nivel inanimado, es simplemente una aspiración a aferrarse el uno al otro y por lo tanto sentir un mayor estado de conexión. Es por medio de la conexión, de la facultación, que se alcanzan los estados siguientes: los elementos particulares de la naturaleza, todas sus partes mayores.

Entonces aparece el nuevo nivel, el nivel vegetativo (Ruaj), en el que las partículas comienzan a moverse, a consumir y a emitir, y a pasar de una a la otra. Una vez más, todo se desarrolla sólo por medio de la conexión mutua. El siguiente nivel, el animado, es cuando los animales tienen crías y ya se organizan en familias.

Luego viene el hombre que no sólo se conecta con los demás, sino que crea sociedades muy complejas, diferentes grupos, tribus y familias. Él construye y desarrolla. Pero una vez más, todo se basa en la unificación. Estas unificaciones son egoístas, y son esenciales para el siguiente nivel de desarrollo.

Así, la naturaleza constantemente nos impulsa a avanzar en dirección a una mayor unidad. En esto se basa todo.

Nosotros ahora estamos en un nivel superior de unidad. Nos estamos moviendo en la misma dirección, pero la unificación tiene que ocurrir por nuestra participación consciente: Tenemos que participar en esto y cumplirlo nosotros mismos.

La naturaleza nos empuja hacia un desarrollo forzado, al igual que en las etapas anteriores. Pero no podemos pasar automáticamente al siguiente nivel. Tenemos que quererlo nosotros mismos porque sólo mediante el aumento de nuestra conciencia, podemos crear un órgano sensorial para identificar y recibir la Luz superior, la Fuerza superior.

Aquí tenemos que ser incluidos en cada uno de manera personal y anti-egoísta, y esta conexión no debe estar basada en la unidad común y corriente como en los estados anteriores. La unidad actual se construye a pesar de nuestras tendencias naturales, porque ahora tenemos que asemejarnos a la fuerza superior y no sólo unirnos.

Así, en la unificación actual tenemos que pensar e incluir dentro de nosotros mismos a todos nuestros amigos de todo el mundo. Ellos están aquí, junto con nosotros. Tenemos que sentir todos sus deseos, sentimientos, pensamientos, planes, y esperanzas aquí en esta sala y entre nosotros, lo cual es aún mejor.

Al mismo tiempo, tenemos que pensar en la humanidad: Qué podemos hacer para que ellos también sientan qué es el siguiente nivel de su desarrollo, y a qué nivel de reconocimiento y sensación deberíamos elevarnos nosotros, los seres humanos, al convertirnos en una imagen unificado del hombre, o «Adán», que significa «similar al Creador».

Lo más importante es no olvidar que la meta de nuestra unidad es conectarnos con la fuerza superior de la naturaleza, que lo llena todo a nuestro alrededor, lo determina todo, que es la base para todo, y que creó todo el mundo a partir de una chispa de su energía. A través de la chispa que se ha desarrollado hasta este estado, seremos capaces de trascender a la siguiente dimensión, a la cual nuestra evolución nos está llevando hoy en día.

Por lo tanto, nosotros, todos aquellos que entendemos, que queremos entender y percibir este método, nos hemos reunido aquí de todas partes del mundo. Todos esperamos tener éxito en eso. Todo depende únicamente de nuestras intenciones, de nuestro anhelo interior de unidad mutua colectiva.

(73635 – De la Convención en Vilna del 23 de Marzo del 2012, Lección 1)

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