Un plan de construcción «HaVaYaH»

Baal HaSulam, «La sabiduría de la Cabalá y la Filosofía«: … cualquier cualidad espiritual se iguala con la cualidad corporal como dos gotas en un estanque. Por lo tanto, las relaciones son de la mayor afinidad y no hay separación entre ellos, excepto en la sustancia: lo espiritual consiste de una sustancia espiritual y lo corporal consiste de una sustancia corporal.

Si tu materia funciona «para otorgar», es espiritual y experimentas fenómenos espirituales, mientras que si es «para satisfacción propia», es corporal. Toda la materia está contenida dentro de ti puesto que no hay nada fuera del hombre.

Hay un vacío, un «cero», y dentro de él, una criatura determinada. Y si esta criatura tiene una intención egoísta «para sí misma», esta se percibe en una realidad experimentada dentro de «este mundo». Si una persona tiene una intención de otorgar, entonces, toda la realidad que siente, incluido él mismo, se considera espiritual. Fuera de esta persona, no hay nada más que exista independientemente. Todo está presente únicamente en el hombre: ya sea en sus deseos egoístas o en el deseo de otorgar.

No hay «lugar» o realidad que exista por sí mismo. Sólo hay una Ley que no tiene imagen definida y es considerada como HaVaYaH (el nombre del Creador). Si somos corporales, significa que deseamos recibir para nosotros mismos, entonces experimentamos esta Ley como cuerpos materiales que viven en el mundo corporal. Y si estamos en el otorgamiento, experimentamos esta Ley como mundos espirituales y a nosotros mismos como almas.

Tanto para uno como para el otro, existen solamente dentro de una persona, mientras que en realidad, ambos conceptos son imaginarios. Pero no consideramos las formas espirituales como ficticias e ilusorias puesto que todas ellas eventualmente son recolectadas y recopiladas como si se enrollaran en un solo rollo. Ellas se acumulan en el proceso de nuestro avance para llevarnos finalmente a la forma inicial HaVaYaH que ha existido desde siempre, aunque sólo sea potencialmente.

Este existió como un plan de construcción de una futura casa, mientras que nosotros tenemos que realizar este HaVaYaH como resultado de nuestro trabajo personal. Nosotros, como sí nos hubiéramos creado a nosotros mismos y a toda la creación de acuerdo con este plan, y el Creador en su interior. Nos tenemos que revelar al Creador dentro de nosotros mismos, así que, ¿Dónde ha estado Él hasta ahora? No sabemos que era Atzmutó, Su esencia inalcanzable, la cual no se viste en nada.

Hemos preparado un lugar para Él y una expresión concreta por nuestra realización de Su HaVaYaH en nuestra propia voluntad de recibir (deseo). Por lo tanto, todo existe sólo dentro de una persona y no fuera de él, puesto que no hay lugar, ni realidad, nada.

Una persona que estudia Cabalá entiende dónde está, que realidad imaginaria está viviendo, cómo salir de ella hacia la percepción correcta, y cómo traer esta percepción correcta a lo absolutamente auténtico, a la forma perfecta.

(32005 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 01/06/2011, «La sabiduría de la Cabalá y la Filosofía»)

 

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