Un salto hacia la corrección

Cada uno de nosotros tiene una chispa, un deseo de revelar al Creador.

Nosotros unimos estas chispas, pero esto no es suficiente para revelarlo debido a que nuestras chispas son egoístas. Estas vienen de la ruptura de nuestra primera unidad.

Cuando nos esforzamos, revelamos que nosotros deseamos al Creador “para nuestro propio bien”, para el bien de nuestros propios intereses.

Aun así esto ya es un alcance porque hemos descubierto el deseo roto el cual el Creador lo describe por medio del verso, “Yo creé la inclinación al mal”. Este es un importante descubrimiento. Nosotros revelamos la inclinación al mal en donde nuestras “chispas” aspiran a Él y las unimos en el grupo.

Ya que hacemos un esfuerzo para unirnos en el estudio, descubrimos nuestra oposición hacia la Shejiná corregida y hacia el Creador. La luz nos muestra esto. En nuestros deseos comunes de revelar al Creador, revelamos el lugar o deseo roto, y esto nos trae una gran alegría debido a que revelamos la esencia de la destrucción.

A partir de ahí podemos dar un salto hacia la corrección: anhelar al Creador no para nuestro propio beneficio, sino con el fin de darle placer. Entonces la intención altruista convertirá nuestro lugar en la Shejiná corregida. La regresaremos de vuelta del exilio y así revelaremos al Creador en ella.

Todo nuestro trabajo es corregir el deseo. En primer lugar necesitamos un gran deseo, y después uno corregido. Es para esto que está diseñada la Cabalá.

(22038 – De la primera parte de la lección diaria del 9 de septiembre de 2010 “Lo que en el trabajo es, Israel quien exilio a la Divinidad, está con ellos.)

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