Una guerra de amor

Dr. Michael LaitmanDe la Carta 5 de Rabash: … ustedes debe hacer más en cuanto al amor de amigos. Es imposible alcanzar el amor duradero, a menos que se haga a través del Dvekut [adhesión], es decir que se unan los dos con una conexión fuerte. Y esto sólo puede hacerse si intentan «despojarse» de la vestidura en la que está colocada el alma interior, la vestidura llamada «amor propio»…

Y cuando sienten que están en guerra, cada uno de ustedes sabe y siente que necesita la ayuda de su amigo, y que sin él, también su propia fuerza se debilitará. Entonces, cuando entienden que deben salvar sus vidas, cada uno de ustedes olvidará que tiene un cuerpo que debe mantener, y ambos estarán unidos por la idea de cómo utilizar al enemigo.

El amor de amigos se alcanza por medio de una guerra en beneficio de éste. Es imposible alcanzar la adhesión que indica el amor constante y sin esfuerzo para dejar las vestiduras de la mala inclinación en la que está investida el alma. Salir de estas vestiduras de auto amor es posible sólo si ustedes las cambian por el amor al otro, por la pantalla y la Luz Retornante.

Esto, específicamente, es lo que debemos alcanzar. Cuando comenzamos a buscar cómo hacer esto, nosotros sentimos que todo depende esencialmente de nuestra relación con el otro, cosa que es muy despreciable en nuestro mundo. Todas las relaciones en el mundo se establecen de acuerdo a las leyes, protegiendo los derechos del individuo, de la democracia. Sin embargo, cuando vemos algo de la verdad a través de la influencia de la Luz Circundante, entonces entendemos que es específicamente a través de la conexión con el otro, que nosotros realizamos todo el programa de la creación.

El otro, ya sea un amigo o el Creador, son el mismo, no hay diferencia. Si yo quiero elevarme por encima de mí mismo y alcanzar al Creador, es precisamente entonces que yo veo que requiero de la ayuda de un amigo. Mientras los amigos no vengan en mi ayuda, de acuerdo a mi entrega a ellos, yo no puedo hacer nada.

Lo que necesitamos es la cooperación mutua en la que dependemos unos de otros. En la medida de mi entrega a los demás, en esa medida ellos pueden ayudarme, y cuando vienen a ayudarme, yo dejo de pensar en mí mismo. A pesar de mí mismo, yo me elevo por encima de mí.

Sin embargo, los amigos pueden venir a ayudarme solo si yo me someto a ellos. Con esto, yo los obligo a estar preocupados por mí. Es decir que todo depende del trabajo del individuo con respecto a su entorno. Cuanto más me someta y esté dispuesto a adherirme al entorno, al maestro, a los libros, al aprendizaje, a la diseminación, es decir, a todos los medios para alcanzar la meta, confiando como un niño, rindiéndome al más bajo nivel, más cercanos estoy de mi realización espiritual.

Yo debo comenzar mi ascenso espiritual de cero. Cuanto más me acerque a cero con mis pensamientos, deseos y acciones, más me adhiero al grupo y más lo obligo a estar preocupado por mí. Empiezo a recibir la influencia correcta desde el interior del grupo. Cualquiera que sea el nivel en el que éste se encuentre en este momento, ni siquiera importan. Esta influencia hace que me sea posible anular mi amor propio, partiendo desde la cáscara egoísta (Klipá), de la inclinación al mal, y comenzar el trabajo espiritual.

(104446)
De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 4/7/13

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