Una paradoja del Dar

Una persona tiene que aspirar a satisfacerse mediante satisfacer a otros en lugar de a sí misma. Yo te lleno, siento tu deseo y cómo está siendo llenado, y así yo obtengo satisfacción. Yo me lleno al sentir tu satisfacción, que es por lo que me esfuerzo para satisfacerte tanto como sea posible, como una madre que está feliz porque alimentó a su hijo.

 

 

No deseo llenarme directamente, sólo a través de mi prójimo. No es acerca de cuánta comida mi cuerpo corporal ha consumido; es acerca del llenado de mi alma. Mi alma se pone feliz cuando satisfago a otros, cuando lleno al Creador. Entonces me vuelvo similar a Él ya que Él disfruta deleitándonos. Si somos incapaces de aceptar el placer que emana de Él, le hacemos experimentar la aflicción de la Shejiná.

El Creador siente placer de nuestro llenado; todo lo que podemos hacer es «permitirle» deleitarnos. Tenemos que llegar a un estado en el cual esto sea todo lo que deseemos.

Esto aparenta ser una paradoja: ¿Cómo es posible «ser llenado al dar»? Y para esto es el amor: para conectarnos a todos juntos. Si no hay amor entre nosotros, simplemente no podemos estar satisfechos de otorgar. Tengo que sentir los deseos de mi prójimo como más importantes que los propios.

Para una madre, las sensaciones de su bebé son mucho más esenciales que las propias. Una madre siente dentro de sí el dolor de su hijo. Esto es amor natural. Tenemos que alcanzar el mismo tipo de amor con la ayuda de la Luz al permitirle corregirlo. Como resultado, tendremos el mismo deseo del Creador y alcanzaremos la espiritualidad.

Imagina que tienes millones de bebés y estás en posesión de algo que puede llenarlos ya que tienes acceso a un canal de Luz ilimitada. ¡Qué éxtasis experimentarás mientras sientes deseos de otras personas y su satisfacción como propia! te llenarás 620 veces más ya que pudiste construir amor por encima del odio.

Al satisfacerlos, sientes 620 «onzas» de alegría en lugar de 1 «onza» que cada uno de ellos recibió. Yo conecto sus almas a mí y la siento como si fueran propias.

(22189 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá, El amor al Creador y el amor a los seres creados.)

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