Hemos entrado a la etapa de desarrollo del nivel más grande del deseo, Máljut. Y lo más importante es que este deseo es común.
Es el principio de la era del Mesías. Si nosotros vemos 6.000 años de desarrollo como 6 días, por tanto nosotros estamos en los últimos mil, en el último «día». La diferencia se encuentra en que ahora nosotros revelamos la conexión universal, Máljut que está conectada a Iesód.
Si Máljut es revelado por sí mismo, es el nivel animado. Pero si la conexión de Máljut con Iesód, con Zeir Ánpin, se vuelve revelada, entonces esto ya es el nivel humano. Por lo tanto, esta conexión que es revelada, despierta nuestra aspiración por algo superior, y nos hace buscar el significado de la vida.
Nos parece que tenemos una conexión con Iesód, que es la fuente de donde la vida, la Luz de Jojmá, nos llega. Nosotros sentimos que necesitamos cambios y que nuestro mundo entero demanda corrección. Iesód también une a todo desde arriba hacia abajo, puesto que es la suma de las cinco Sefirót anteriores (Jésed, Gevurá, Tiféret, Nétzaj, y Jód).
Por un lado, Iesód es el lugar de unión con el Creador (Brít, circuncisión), que concentra todas las correcciones de la conexión entre el Creador y la creación. Esta es la fuente de la que Máljut recibe a toda la Luz de vida.
En nuestros días estamos empezando a sentir este Iesód. De repente estamos despertando y no entendemos que es nuestra vida, ¿de dónde viene? Nosotros morimos, ¿pero existe vida por encima de nosotros?
Empezamos a ser impresionados al sentir la conexión con Iesód, que se vuelve ligeramente revelado a nosotros. Este tiempo se le llama la era del Mesías, cuando la luz de Iesód nos tiene que jalar hacia arriba (de la palabra Moshej, sacar). Iesód es una cualidad masculina, mientras que, la creación, es una cualidad femenina. Máljut. Tenemos que provocar la unión de estas dos partes, la masculina y femenina.
Por ahora, nuestros puntos en el corazón son despertados porque una iluminación pequeña llega desde Iesód y alcanza a Máljut. Por un lado, cada persona siente un despertar individual dentro de él. Por el otro lado, nos sentimos conectados uno con el otro por qué Iesód une todas las Luces juntas desde arriba hacia abajo.
Cuando todas estas Luces pasan a través de Iesód, se unen y llegan a nosotros como una Luz común, esa Luz incluye muchos componentes, por lo tanto despierta una conciencia en Máljut de que estamos todos conectados. Tenemos que alcanzar una equivalencia con Iesód, y la Luz que recibimos de él despierta esta conexión universal dentro de nosotros.
Por ahora esta conexión no es correcta, no es buena. Todavía tenemos que pasar a través de la realización del mal y otras correcciones. Sin embargo, esta conexión ya emergió. Estos días son llamados la era del Mesías porque él nos saca (Moshej) y nos eleva.
(De la lección sobre el Talmud Eser Sefirot del 7/01/11)
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