Vida en el otorgamiento, muerte en la recepción

dr.laitmanEl ser creado debe estar entre dos sistemas a fin de crecer y de existir: cáscara (Klipá) y santidad (Kedushá). Es por esto que existen los mundos de ABYA de santidad y de ABYA de impureza, puesto que se nos dice: «Dios los ha creado uno en oposición al otro». Las almas están en el medio, y a medida que avanzan a través de las fases de desarrollo, son influenciadas de manera alternativa por el sistema de pureza y por el sistema de la impureza.

En consecuencia, aquellas que son alimentadas por el sistema de la Klipá son llamadas muertos y las que se alimentan de la santidad son llamadas vivos. Así, la influencia de los mundos ayuda a que las almas se desarrollen de forma continua entre la vida y la muerte.

Nosotros nos desarrollamos gradualmente a partir del deseo simple de vivir una vida material, corpórea hacia un deseo de un nivel espiritual. En este nivel ya no hay más vida y la muerte en el sentido habitual. En la vida espiritual somos independientes del cuerpo; nos elevamos por encima de él y empezamos a sentir un nivel de vida diferente. Entonces vida significa que estamos bajo la influencia de la fuerza de otorgamiento y muerte significa que estamos bajo la influencia de la fuerza de la recepción.

Esto nos enseña cómo voltear todas las fuerzas desde la intención a fin de recibir, de la inclinación al mal, hacia la inclinación al bien. Así establecemos nuestra vida espiritual.

Debemos entender qué significa aquí el principio «Dios los creó uno opuesto al otro»: si evocamos un deseo, el otro deseo cae, y viceversa. Los dos sistemas no pueden funcionar simultáneamente. La eficacia de un sistema es a expensas de la ineficacia del otro sistema. Así funcionan de forma alterna, de acuerdo al plan superior que está en el mundo de Atzilut.

Los sistemas de BYA de santidad y de BYA de impureza nos ayudan a avanzar al empujarnos hacia adelante. Si nosotros avanzamos por medio del sistema de BYA de impureza, nos desarrollamos «a su debido tiempo», y si avanzamos por medio del sistema de BYA de Santidad, apresuramos nuestro desarrollo, lo cual es llamado «Yo lo aceleraré».
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De la 2° parte de la lección diaria de Cabalá del 1/1/14, Escritos de Baal HaSulam

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