Ynet: “Los robots de hoy acaban con el mercado laboral”

De mi columna en Ynet: “Los robots de hoy acaban con el mercado laboral” Coches autónomos que son manejados por sí mismos, impresoras tridimensionales y supermercados computarizados sin cajeros, ¿qué harán los taxistas, el personal de ventas y toda la demás gente que tiene profesiones que van a desaparecer? ¿Cómo nos mantendremos el día de mañana al descubrir que nuestro lugar de trabajo ha sido cerrado? Rav Laitman nos presenta el esperado escenario de cambios en la sociedad futura para el que debemos prepararnos.  

En 2025, el mundo será totalmente diferente. Máquinas sofisticadas y computadoras se harán cargo de la mano de obra. Carros robóticos que se manejan por sí mismos suplirán a los choferes de camiones, de taxis y de autobuses. No necesitaremos tampoco bancos y las profesiones como las de los cajeros y otros proveedores de servicios probablemente desaparecerán del mundo. Todavía necesitaremos personal para que opere los sistemas computarizados, pero será poca gente la que se requiera. La conclusión es simple: muchos de los trabajadores actuales se encontrarán sin un medio de subsistencia.

Si tales escenarios suenan como un promocional de película de ciencia ficción, aquí están algunos datos. El instituto de investigación Gartner predice que para finales del 2020, se espera que cerca de 50 mil millones de herramientas, objetos y personas estén conectadas al internet. El mundo estará conectado mediante formatos similares a ciudades inteligentes, todos viviremos en casas inteligentes y las máquinas que sepan transmitir información entre ellas y dar órdenes entre sí, sin contacto humano alguno, serán parte de nuestras vidas cotidianas. Esta revolución tecnológica es llamada el Internet de las cosas (oT).

Junto con el lugar de trabajo, que hoy es como un segundo hogar para nosotros, los salarios en su formato acostumbrado desaparecerán, el dinero, que nos da un incentivo para levantarnos en la mañana, que nos amalgama y nos impulsa a crear una vida a través de las conexiones entre nosotros. ¿Cuál será nuestra fuente futura de ingreso? ¿Qué pasará con nuestros salarios?

Todo es sobre las relaciones

Los estadounidenses tienen grandes esperanzas de un futuro mejor con la elección de Trump. Esperan de él que cree miles de decenas de nuevos empleos y haga de nuevo una gran América. Otras personas están esperando que esa salvación llegue de la ciencia y que los científicos ofrezcan un nuevo enfoque socioeconómico. En ambos casos, es sobre tapar el problema, sobre poner parches que no durarán mucho. Eventualmente, debemos enfrentar el problema creciente de desempleo global.

Podrían intentar meter su cabeza en la arena, como muchos lo hacen, o ignorar los enormes cambios que se aproximan, pero deben tomar en cuenta una cosa: la naturaleza egoísta del hombre. Continuará creciendo y desarrollándose, se volverá cada vez más feroz y tal vez eventualmente lleve a la humanidad desconcertada a elegir entre dos opciones conocidas: un estilo marxista de revolución social o un régimen nacionalista con las características nazi/Hitler.

De acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, la solución es construir las relaciones correctas entre las personas. Es la diferencia de las conexiones sociales a través de la historia que han formateado distintos nuevos regímenes.

Incluso en tiempos de la Edad Media, las diferentes épocas sociales como la de la esclavitud y el feudalismo, basadas en la agricultura, dividieron en dos principales clases sociales: la nobleza y los vasallos.  La naturaleza egoísta en la humanidad creció más en ese tiempo y llevó a la búsqueda de formas distorsionadas para ganar más, y la gente comenzó a desarrollar nuevos medios que condujeron a grandes cambios.

A finales del siglo XVII, la transición gradual al mundo moderno comenzó. La revolución industrial se desarrolló muy rápido y llevó a la urbanización, un proceso en el cual las masas en Europa y los Estados Unidos dejaron los campos y se movieron a las grandes ciudades que se desarrollaron alrededor de las nuevas fábricas que se construyeron. La sociedad gradualmente cambió y dos nuevas clases emergieron: la clase trabajadora y la clase burguesa.

A mediados del siglo XIX, la naturaleza egoísta de las relaciones en la sociedad se volvió más extrema y tomó un nuevo formato socioeconómico llamado capitalismo. El método fue bueno al principio, pero en 2008, la crisis económica mostró brevemente cuán lejos pueden ir las cosas y, en términos generales, unos pocos saben cómo jugar las reglas del capitalismo y estos fueron quienes determinaron el juego, los otros, la mayoría silenciada, perdieron gran tiempo.

Economía o corrupción

A pesar de que la economía nos ayuda a vivir, no es la vida misma. La creciente actividad en el modelo del ingreso básico universal (UBI), de acuerdo al que el estado paga a cada ciudadano una cantidad diaria, independientemente de su situación laboral, desconectando el trabajo de la paga, no es coincidencia. Refleja los torpes intentos de preparación para una era en la cual no habrá trabajo, pero habrá una plenitud para vivir gracias a la robótica avanzada.  Esta es la razón por la que en una era digital que amenaza cambiar los trabajos como sabemos hoy, debe involucrarnos en la construcción de una nueva estructura social. Tan pronto como la sociedad cambie, la economía cambiará.

¿Cómo lograremos el cambio? Así como todos somos producto del sistema educativo público que se fundó con la aceleración de la revolución industrial del siglo XIX para entrenar a trabajadores calificados para el trabajo profesional en las líneas de montaje de las fábricas, nosotros también debemos traer una revolución educativa sin precedentes en el siglo XXI. Esto significa que debemos adaptar las relaciones entre nosotros a través de la educación a las masas para vivir en una nueva sociedad.

¿Cuál es el primer paso? Es asistir a la escuela otra vez, para estudiar el mundo global y la naturaleza humana y para discutir cómo podemos estrechar las relaciones positivas entre nosotros en una mesa redonda. La fuerza positiva de conexión que crearemos y se establecerá entre nosotros equilibrará la fuerza negativa de nuestra naturaleza egoísta, limitada por las relaciones desintegradas; y proveerá a cada individuo de un ingreso en lo emocional y psicológico en forma de felicidad, gozo, paz y tranquilidad.

Hecho en casa

Tal iniciativa educativa está basada en las leyes de la naturaleza global, que nos enseña la sabiduría de la Cabalá. La unidad es lo más básico, la estructura natural. La naturaleza aspira al balance, a la igualdad y a la completitud, y ya que las personas son parte del círculo de la naturaleza, nosotros también estamos obligados a operar en igualdad y consideración mutua. La única diferencia es que en nuestro caso, nosotros debemos hacerlo conscientemente a través de un proceso educacional. Pondremos fin al problema de crecimiento de desempleo promocionando una ideología que llama a la unidad. Nuevos empleos se crearán para muchos y su única meta será generar la energía positiva de conexión. Esta será nuestra producción, un ingreso de valor humano noble, un pago para el cual trabajaremos.

¿Cuál será nuestro trabajo? Estaremos ocupados desarrollando una sociedad que se motiva a la cercanía entre las personas. Nos enfocaremos en la mejora de cualidades tales como la paciencia, la concesión y la contención en nuestras relaciones con los demás e incrementaremos la conciencia de las relaciones sociales ocultas a la vista. No seremos requeridos para cambiar ninguno de los atributos naturales con los que nacimos o aquellos que hemos adquirido durante nuestra vida, sino que debemos aprender cómo establecer gratas relaciones mutuas entre nosotros que garanticen una vida buena y feliz.

¿Qué hay de las necesidades básicas, tales como comida, vestido, techo, transporte y otros servicios sociales como el cuidado médico y la educación? Dejaremos eso a los robots y a las máquinas inteligentes. El gran superávit en la mano de obra operará el equipo avanzado y donde sea que este se necesite, todos nosotros trabajaremos juntos rotando y con gran deseo de servir a toda la sociedad.

Los robots gradualmente reemplazarán nuestra contribución técnica a la humanidad, pero no la parte humana, la que no hemos desarrollado aún. Cuando nos conectemos un poco más, la atmósfera social nos llevará juntos y creará una nueva estructura socioeconómica que jamás habíamos conocido antes. El estado se volverá una gran familia común, los problemas nacionales y personales serán resueltos desde una nueva perspectiva y la fuerza de conexión sanará a la sociedad y la llevará a su total recuperación. La nueva economía social finalmente nos liberará de la continua preocupación sobre la vida y el exagerado compromiso en el materialismo, y nos dejará tiempo libre para desarrollar la individualidad, la socialidad y la espiritualidad.
[200199]
Del artículo  Ynet,  5/ene/17

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