Ynet: «Registro de unidad: ¿qué nos hace felices a los israelíes?»

De mi columna en Ynet: «Registro de unidad: ¿qué nos hace felices a los israelíes?»

La búsqueda de tanta gente del sentido de la vida, me motivó a emprender un viaje transnacional de norte a sur, para reunirme con jefes locales y alcaldes y, hablar con miles de personas sobre cómo lograr el método de conexión entre nosotros. Como la temporada de fiestas terminó, Rav Laitman resume su viaje a través de la nación de Israel.

Dr. Michael Laitman

He pasado los últimos años en mi habitación, profundamente envuelto en escritos cabalistas, escribiendo artículos para la prensa mundial, tratando de explicar por todos los medios, la auténtica sabiduría de la Cabalá y su relevancia en nuestra vida. Todas las madrugadas, de tres a seis de la mañana, como los cabalistas han estudiado por siglos, doy la lección diaria de Cabalá a miles de estudiantes. Cientos de personas se sientan ante de mí en el centro Cabalá La’am en Petaj Tikva y miles más se unen a ellas por internet desde Israel y el mundo: Berlín, Nueva York, Moscú, Tokio, América latina, África e incluso países árabes. Enseño sólo de fuentes cabalistas auténticas y juntos estudiamos la antigua sabiduría de cómo conectarnos.

El flujo de preguntas que me envían diariamente estudiantes y personas que navegan por la red y las redes sociales, junto con la preocupación genuina por lo que está sucediendo en la sociedad israelí, me han impulsado a levantarme de mi escritorio y romper mi rutina diaria para ir por todo el Estado de Israel, en una gira de conferencias y reuniones, para hablar a la gente en todas partes, del método de conexión que puede unir a Israel.

El próximo año, el pueblo y el Estado de Israel se enfrentan a peligros graves. La ONU y la UNESCO actúan en contra de nuestro derecho a existir, negando nuestra conexión con nuestra herencia judía. Las organizaciones BDS están haciendo todo lo posible para deslegitimar al Estado de Israel. El antisemitismo levanta su fea cabeza y judíos de todo el mundo están siendo perseguidos, los medios de comunicación siguen difamando nuestro nombre. Esta tendencia, que amenaza nuestra existencia, no se detendrá y seguirá creciendo. Hay varias organizaciones que tratan de destruir el Estado de Israel y si fuera posible, la comunidad internacional se esforzaría por alejarnos del mapa histórico. La única solución es estrechar nuestras relaciones, unir fuerzas y cumplir nuestra misión única. Tan pronto como comencemos a conectar entre nosotros, la actitud hostil que la humanidad nos muestra, cambiará inmediatamente a una actitud de apoyo. Este viaje de; ‘conectar a Israel’ me hizo sentir que esta nación está pidiendo unidad y me dio esperanza de que su gente se acerque entre sí.

Tiempo crítico

Comenzamos el viaje desde el punto más septentrional, a los pies del monte Neftalí en el Kibutz Kfar Hanasi. La audiencia, que incluía miembros de kibbutzim de la zona y gente de asentamientos y aldeas de la alta Galilea, no fue indiferente y exigió una explicación de cómo sé que Israel está enfrentando tiempos críticos. Expliqué que, según la perspectiva global de la naturaleza, la nación de Israel tiene una misión. Si aplazamos esa misión que nos fue dada, de consumar el método de conexión en nosotros mismos y transmitirlo a la humanidad, podríamos perder nuestra oportunidad de mejorar nuestra vida. Todo lo que debemos aprender es; cómo cubrir todas las transgresiones con amor, como nos dice la sabiduría de la Cabalá.

Mi viaje siguió con un evento impresionante en la ‘enérgica ciudad’ de Hadera. Tuve una conversación muy interesante con su alcalde, Tzvi Gendelman,  hablamos de la contribución de los círculos de discusión que mis estudiantes siguen, para la gente de Hadera. Yo estaba feliz de conocer a una audiencia tan viva e intrigada, en el centro local Cabalá La’am, preguntaron cómo creo que podemos cambiar el aspecto de la sociedad israelí. Les expliqué que, según la sabiduría de la Cabalá, el cambio sólo puede venir al fortalecer la fuerza de conexión entre nosotros.

En realidad, en mi encuentro con la gente de Tel Aviv, en la tercera parada de mi viaje, sentí una especie de punto de inflexión. La ciudad que no duerme ha cambiado, aunque durante años, la imagen de Tel Aviv ha sido la capital del egoísmo, la audacia y la irreflexión, realmente sentí un espíritu totalmente diferente en el público joven que llegó en masa al centro Cabalá La’am de Tel Aviv. Me hicieron preguntas provocativas y relevantes, pero me impresionó especialmente su deseo por entender a dónde va nuestra vida en el siglo 21. Parece que en realidad, es que Tel Aviv es una ciudad tan global que la conciencia de lo que está sucediendo en el mundo tiene un fuerte impacto aquí y despierta dudas entre la gente. Por lo tanto, mi encuentro con gente de Tel Aviv, una ciudad tan amistosa, abierta y moderna, reveló un gran potencial para lograr el sentimiento de unidad.

¿Yo o nosotros?

En Haifa, tuve una serie de reuniones con varios líderes locales -incluyendo a su alcalde. Yona Yahav, alcalde de Nesher, Avi Binemo y el alcalde de Acre, Shimon Lankri. Los tres líderes son muy diferentes entre sí y cada uno entiende a su manera la profundidad de la crisis en la sociedad israelí. Siendo representantes del público y como resultado de su trabajo cotidiano con la gente, entienden y se identifican con la necesidad de unidad en la sociedad israelí, para resolver todos los problemas que enfrentamos.

Dr. Michael Laitman

«El mundo ha estado en contra de los judíos durante siglos y no veo ningún cambio en el futuro», concluyó el alcalde de Haifa. «Desafortunadamente, no cuidamos nuestro precioso Estado y no me sorprende que la generación joven quiera salir del país. Por esa razón salgo a enseñar estudios de ciudadanía a jóvenes de doceavo grado. Les digo que, setenta años después de que nos quemaron en el Holocausto, la historia se repite. Destruimos el Primer Templo, destruimos el Segundo Templo y también, destruiremos el Tercer Templo, la última oportunidad que Dios nos da después del golpe del Holocausto. Me siento devastada después de cada lección. La división en la nación crece y el ‘yo’ domina al ‘nosotros’. Es nuestro deber combatir este fenómeno lo antes posible y con toda nuestra fuerza».

El inquietante encuentro con los alcaldes, las reacciones opuestas y el rechazo que encuentro con respecto al mensaje de conexión de la humanidad y con respecto a los artículos que publico en la prensa global, junto con la creciente crisis en Europa, me hacen entender que el mundo se ha deteriorado y que el odio hacia Israel ha crecido. No, no sólo hablo de antisemitas, sino también de la actitud de los judíos que viven en el extranjero y que muestran una actitud cada vez más negativa hacia el Estado de Israel. Desgraciadamente, son ellos quienes lideran las organizaciones que intentan deslegitimar el Estado de Israel.

De acuerdo con la sabiduría de la Cabalá, hay una razón para eso: la hostilidad que nuestros hermanos judíos en el extranjero muestran hacia nosotros, viene del hecho de que no estamos cumpliendo nuestra misión en la corrección del mundo. Nuestro derecho a existir en esta tierra depende de la conexión estrecha entre nosotros y de unir nuestros corazones. Rav Yehuda Ashlag (Baal HaSulam) dijo hace cien años, que estamos viviendo aquí un tiempo prestado y que la oportunidad que se nos dio fue sólo para permitirnos cumplir nuestra misión de ser Luz para las naciones del mundo, es decir, conectarnos como un sólo hombre con un sólo corazón, dando así ejemplo a las naciones del mundo. La elección de hacerlo o de perder la oportunidad está en nuestras manos.

El nuevo espíritu israelí

A pesar del peligro que enfrenta la nación de Israel, tengo mucha esperanza de que podamos triunfar. Mis estudiantes dedicados en los numerosos centros de Cábala La’am en todo Israel y el público que anhela comprender la sabiduría de la conexión, que conocí en mi viaje por Israel, me hacen creer que el mensaje de conexión acabará calando en la gente y que todos cambiaremos para mejorar.

Dr. Michael Laitman

Continué mi viaje por Ashkelon, Beersheva, Rehovot y otras ciudades. Me dieron una cálida bienvenida en todas partes y el ambiente fue bueno. Me gustó escuchar las muchas preguntas interesantes y avanzadas sobre cómo ejecutar el método de conexión. Al terminar el último evento en Ashkelon, recibí un gran ramo de flores y deseé que la gente de Ashkelon y de todo Israel, celebrara el año nuevo pacíficamente.

Tenemos una nación muy especial y gente increíble, espero y rezo para que despertemos, nos conectamos y entendamos que la clave de nuestro éxito está en las buenas relaciones entre nosotros, restaurando así la vida próspera del pasado, el tiempo en que el amor fraterno floreció entre nosotros y las naciones del mundo fueron alimentadas por nuestra fuerza de unidad. Ahora que las fiestas terminaron, deseo al pueblo de Israel un buen año nuevo, un año de cambios positivos.
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Del artículo Ynet  25/oct/16

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