¡Quiero ser un creador como Él!

privet_s_morya_100_wpDos fuerzas nos dirigen a la meta. La primera fuerza son nuestros deseos y los deseos del ambiente, que nos desarrollan en este mundo. La segunda fuerza no pertenece a este mundo; atrae a una persona hacia lo desconocido, la conduce a un ambiente especial, espiritual: el maestro, el grupo, los libros de Cabalá.

Y la persona se conecta con estas fuerzas correctamente y entonces construye el mundo espiritual ella misma: el mundo venidero. En el mundo material se queda el cuerpo, pero en el mundo espiritual nace el alma. Y solamente allí la persona tiene libre albedrío.

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La persona siempre se encuentra dentro del campo de estas dos fuerzas opuestas y tiene que equilibrarlas. Sin embargo no debe sustituir una por otra. Necesita también su vida, su deseo de gozar en este mundo.

En el camino espiritual una persona se encuentra dentro de  dos fuerzas opuestas y al equilibrarlas dentro de sí misma, emplea su libre albedrío para construir su “yo” entre estas dos fuerzas y lo hace libre e independientemente.

La persona recibe todo desde Arriba: el deseo, la mente, la fuerza, los ejemplos, pero se construye a sí misma. Resulta que ella crea una criatura consigo misma a semejanza del Creador.

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