¿Quiero la revelación del Creador?

La persona pasa por fases de ocultamiento y la revelación en su camino espiritual. Sin embargo, el ocultamiento no es una cosa fácil. ¿Quién en realidad se oculta? ¿Hacia dónde desapareció? y ¿dónde está? Después de todo, el ocultamiento es parte de la revelación.

Si yo siento que alguien se esconde, quiere decir que lo conozco, que sé quién es y cómo debe ser revelado. En este caso, ya tenemos algo que decir al respecto acerca del   ocultamiento: después de todo, ya tengo un entendimiento, un alcance, una cierta sensación, pero ellas son lo opuesto a la revelación.

Entonces, ¿cómo puede alcanzarse? En primer lugar, tengo que entender que en este momento estoy separado en un estado de inconsciencia. Entonces probablemente tengo que sentir que algo está oculto de mí. Esto ya es un paso hacia adelante. Luego paso por un ocultamiento doble y un ocultamiento simple, seguido por la revelación parcial y la revelación completa.

Entonces, ¿cómo puedo pasar por todas esas fases? Todo depende de la forma en la que el Creador se me revele. La pregunta es: ¿Cómo se puedo acelerar Su aparición?

Él quiere ser revelado ante la criatura, y nosotros, por el momento, parece que también queremos revelarlo a Él. Pero luego resulta que en realidad no queremos eso en absoluto, porque revelar al Creador es revelar el atributo de otorgamiento que gobierna el mundo, y volvernos uno que otorga totalmente. Esto significa que yo me restrinjo, me pierdo a mí mismo, y me olvido totalmente de mí mismo. Mi «yo» deja de existir. Ni siquiera pienso en esto. Así que ¿quiero la revelación del Creador?

Aquí comenzamos a entender que esto no es tan simple, este involucra cosas muy serias, y todas ellas están ocultas dentro de la persona. De acuerdo a nuestra naturaleza, nosotros odiamos la revelación del Creador. Después de todo, ésta está en contraste con los placeres egoístas que queremos. Su revelación gradual se presenta como algo terrible para mí: es como si yo gobernara todo el mundo y de repente un monstruo comienza a cortar pedazos de este, un pedazo tras otro, hasta que no quede nada y también me trague a mí. Es más, para ello tengo que estar de acuerdo en, desearla, buscarla, rogar por ella.

Así que vemos que la cadena de estos acontecimientos no se revela a nosotros directamente, tenemos que atravesar por un proceso de preparación que no es simple. En primer lugar yo disfruto de las revelaciones, que pueden ser placenteras o poco placenteras para mi egoísmo. Entonces tengo que adquirir la sensación por encima del egoísmo, y luego veo la imagen opuesta, que ya no estoy siendo guiado por los sentimientos de amargo y dulce, sino por los criterios de verdad y falsedad.

(66951 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/19/12, «El Estudio de las Diez Sefirot»)

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