Las enseñanzas dicen que primero tienes que estudiar la Torá, la Mishná y el Talmud, y sólo entonces comenzar con los estudios de Cabalá. Esto es correcto siempre y cuando ya merezcas estudiar en el nivel de Lishmá, es decir, si te has corregido por completo.
Sin embargo, antes tienes que llegar a la corrección de tu alma. Existimos para este fin, y aquí radica todo nuestro trabajo. La Torá (la Luz de la corrección) se nos ha dado específicamente para este propósito. Textualmente: «Creé el egoísmo y entregué la Torá para su corrección”.
El orden de corrección es el siguiente: en primer lugar, necesitas alcanzar el nivel de «Lishmá» (alcanzar el atributo del otorgamiento y del amor, entrar en el mundo espiritual) del modo más rápido y efectivo. Entonces, ya eres libre para estudiar la Torá, ya que será el alma que has adquirido la que te enseñará. Nadie podrá decirte qué hacer. Verás, comprenderás, y alcanzarás todo tu mismo.
(Extracto de la tercera parte de la lección diaria de Cábala, Introducción al Estudio de las Diez Sefirot, del día 31 de mayo)