A la Luz de la convención

Este congreso no fue sólo para unirnos, sino además para dividir a aquellos que cumplen con los requerimientos del grupo (estudios sistemáticos, diseminación, y Maaser) de aquellos que no los cumplen.

Nosotros debemos llegar al estado en el que el centro del grupo, los amigos más constantes, cumplan con los requerimientos del Creador para llegar a ser similares a Él en el primer grado, 1/125 de la escalera de Su revelación. En este caso, ellos serán capaces de llegar a ser la parte del grupo mundial de Bnei Baruj a través de la cual pase la Luz hacia el resto (Ver «La introducción al Libro del Zóhar«).

Entonces, alrededor de esta parte, se formarán otras partes, como ondas que se expanden, de acuerdo al cumplimiento de las reglas de similitud con el Creador, la propiedad de otorgamiento.

Las reglas no las inventé yo, sino que fueron establecidas por los cabalistas; nosotros las conocemos bien, pero no nos sentimos obligados a realizarlas adecuadamente, pensando que no son necesarias para la revelación del Creador. Ahora, se nos dio este entendimiento por primera vez.

Me refiero a aquellos que no están satisfechos con esos requisitos hacia el Creador; tal vez, Él podría cambiar para ellos las condiciones del contrato: «La ley de equivalencia de forma» (vasijas/propiedades espirituales comunicantes).

Aquellos que reconocen la necesidad de esas condiciones pueden elegir dónde estar, en cuál círculo: en el central o en el externo. En el futuro, especificaremos las condiciones de cada círculo.

Yo los amo a todos, y cada uno me resulta querido, y todo esto se hace con el fin de tirar de cada uno hacia la meta y de eliminar la confusión terrenal en el camino espiritual.

Abrazos,

Rav

(82420)

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