A través de la formación integral hacia la garantía mutua

Cuanto más nos desarrollemos, más claro nos resulta que con cada año nos sumimos en una crisis cada vez más profunda. Y el problema no es sólo la economía, hay otras crisis que tampoco hemos podido resolver durante muchos años. Algunas áreas se han sumergido en la crisis desde hace décadas: las drogas, la depresión, la ecología, la educación y la familia.

La explicación común a todos estos problemas es la falta de conexión correcta entre nosotros, que se manifiesta en todos los niveles: internacional, nacional, y familiar. Es por eso que ahora es obligatorio tener conocimientos sobre el sistema de nuestra interconexión que nos obliga a establecer buenas relaciones entre nosotros mismos y no sólo firmar algunos acuerdos sobre un pedazo de papel con respecto a la paz, el comercio o la producción.

Esto se asemeja a un contrato de matrimonio que sólo existe sobre el papel: las personas viven juntas en una casa, pero no hay ningún contacto emocional, interno entre ellos, sino que existen simplemente en un espacio compartido. En este caso, ellos llegan muy pronto a un punto en el que ya no pueden tolerar esta situación y se ven obligados a separarse.

Con el fin de evitar que la humanidad llegue a una guerra mundial y a la explosión de egoísmo, es necesario que todas las personas vean la conexión entre nosotros y entiendan que hoy en día esta conexión debe fluir de corazón a corazón.

Al observar la naturaleza, vemos cómo todo está sabiamente dispuesto en ella: Todas sus partes, desde las enormes estrellas lejanas hasta la más pequeña de las partículas, todo forma un solo sistema. Con el desarrollo de la ciencia, descubrimos cada vez más la existencia de esta conexión integral y reciprocidad. Y si alguna vez sucede que violamos un área determinada, esto provoca miles de consecuencias en nuestra vida.

Esto sucede de manera aún más evidente en la sociedad humana. Por esto nuestro éxito depende sólo de la conexión correcta entre nosotros, llamada garantía mutua: cada individuo siente que está a cargo de todos, y que todos dependen de cada individuo.

De acuerdo con esto, es necesario establecer nuevas leyes sociales e internacionales, nuevas normas de relaciones entre las personas, dentro de una familia, en el lugar de trabajo, en lugares públicos, e incluso cuando la persona está sola: Todos necesitamos cuidar de nuestra gran familia. En última instancia, todos estamos viviendo en un lugar y estamos conectados incluso más que los miembros de una familia, los cuales viven en la misma casa.

Esta dependencia le da a la persona algo más que la sensación de seguridad, prosperidad y bienestar. Después de todo, él o ella están entre las personas a quienes se les desea el bienestar. Si el mundo se convierte en una sola familia, yo no tengo temor, ni vergüenza, y en general no estoy preocupado ni me asusto por nada. El mundo entero es mío, yo respiro tranquilamente, y en cualquier lugar, ya sea en una calle, en una tienda, o mientras viajo, me siento como si estuviera en casa.

Y aquí tenemos que entender la importancia de la educación. Hacer que la persona vea, que esté de acuerdo, y que se dé cuenta de tal actitud hacia los demás, es un trabajo muy grande e importante. Y ahora la humanidad está entrando en una época en la que se requerirá que lleve a cabo la corrección y ascienda al nivel del Humano, es decir, que nos parezcamos a la imagen del Humano que formamos todos juntos.

Yo espero que el desarrollo de la formación integral permita que la gente vea la evidencia en la naturaleza, en la ciencia y la vida, la cual los convencerá de unirse a este proceso y empezar a cambiar bajo la influencia de los ejercicios prácticos y de conocimiento. Entonces seremos capaces de alcanzar el radiante y amable mundo, en cuyo umbral estamos parados ahora.

Lo maravilloso de esto es que la persona que está conectada con otras personas empieza a sentir la vida a través de ellos. De hecho, si yo amo a mi hijo, es como si yo estuviera con él en cualquier lugar en el que él esté, disfruto todo lo que le dé placer, y siento todo lo que hace.

Resulta que tan pronto como yo empiece a conectarme de esta manera con el mundo, recibo una impresión de él, y aparecen en mí el conocimiento y la sensación de todas las personas en el mundo. ¡Yo amplío mi vida de tal manera que ya no vivo dentro de mí, sino en ellos! Y aquí toco cierto punto eterno dentro de mí, la habilidad de sentir la vida por fuera de mi cuerpo según la medida de mi inclusión en todos, en el marco del sistema de garantía mutua. ¡Esperemos arreglárnoslas para conseguir esto!

(67969 – Del Kab.tv de «Una nueva vida», episodio 5 del 1/5/12)

Material relacionado:
La fórmula interna de un sistema integrado.
No hay vida sin la garantía mutua
La garantía mutua es la llave para el nuevo mundo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *