Acercándonos al centro del otorgamiento

En primer lugar, nosotros nos desarrollamos a nivel de este mundo, en nuestro egoísmo, cuando solo nos preocupamos por eso; hasta que llegamos a ser más sabios y lo vemos como el enemigo más odiado, como el que se interpone en nuestro camino.

Pero este no es un obstáculo con respecto a la vida en este mundo, aunque aquí demasiado egoísmo a veces se entierra. El punto principal es que hay personas en las que comienza a crecer un nuevo deseo que está en conflicto con este mundo y con la vida completa de esta persona. Estas personas desean desconectarse de esta vida y llegan a un nivel diferente de existencia, a otra realidad, en vez de la realidad que les ha satisfizo antes.

Así entran en un período llamado el tiempo de preparación para entrar en el mundo espiritual (Lo Lishma, no por Su bien), y comienzan a trabajar sobre sí mismos a través del estudio, del grupo, y del maestro. Ellos tratan de agrandar el punto de su corazón, que es el primer brote del nuevo deseo, sobre todo su egoísmo, por encima del corazón egoísta.

Mientras este nuevo deseo crece, la persona comienza a apreciar su nueva meta aún más y comprende que el objetivo es el otorgamiento, la conexión, la salida de su ego, y el ascenso a nuevos deseos, a la conexión con los demás. Él no ve más a su «yo», sino que ve el «nosotros». Por lo tanto, este «nosotros» se infunde tanto que la suma se convierte en «uno».

Nosotros aspiramos y anhelamos esta nueva dimensión y tratamos de elevarnos desde el nivel egoísta hacia el nivel de conexión, ya que constantemente aumentamos la importancia de la meta, anulándonos a nosotros mismos y conectándonos con los demás, y aceptando la opinión del entorno de que nuestra unidad es más importante que la vida dentro de nuestro ego. La Luz superior nos influye, en respuesta a nuestros esfuerzos y hace que avancemos hacia el cambio interno.

Finalmente, el cambio interno, llamado el nacimiento en el nuevo mundo, se lleva a cabo, mientras cambia la percepción nuestra de recibir a la de otorgar. A partir de ahora empezamos a ver la realidad a través del atributo de otorgamiento, que es totalmente diferente de la percepción anterior.

Ahora vemos la misma parte a la que antes no le prestamos atención: el sistema de otorgamiento que existe en la naturaleza, las fuerzas internas, las conexiones, los niveles espirituales (Partzufim, mundos, Sefirot).

Hasta ahora, sólo vimos los niveles de los niveles inanimado, vegetativo, animado y humano, y de repente se nos revela otra parte de la realidad, que se llama el mundo del otorgamiento, el mundo superior. Entonces comenzamos a estudiar este sistema y de acuerdo a cuanto podamos unirnos, nosotros entramos en él.

Cada vez que conseguimos una conexión más fuerte, nos conectamos más a este sistema, como si estuviéramos dando un paso más adentro en el bosque, en el campo del nuevo mundo. Pero nuestro completo avance se realiza gracias a la conexión. Y así, llegamos a conocer el sistema del otorgamiento.

(63973 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/26/11, Escritos de Rabash)

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