Adquirir la cualidad de otorgamiento se llama “fe por encima de la razón”.

Antes de la restricción existía Él es Uno y Su Nombre Uno, y la mente no puede alcanzarlo a Él (Baal HaSulam, El Estudio de las Diez Sefirot, Parte 1, Capítulo 2, Punto 5).

El deseo es creado por la luz, opuesto a esta y se llena de esta. Prácticamente no podemos comprender este estado. Se llama el mundo del infinito.

Está escrito: “Él es Uno y Su Nombre Uno”. Él es la Luz, y Su nombre es el estado del deseo. Inicialmente, eran uno; no había diferencia entre ellos.

Pregunta: ¿Por qué está escrito que “la mente no puede alcanzarlo a Él”? Entonces, ¿por qué se escribe sobre ello si la mente no lo alcanza?

Respuesta: Porque hay otras oportunidades de acercar este estado a uno mismo y de alguna manera evaluarlo, realizarlo, medirlo y sentirlo. Pero no en la mente.

Nuestra mente es una herramienta muy limitada porque es un deseo. Debemos elevarnos a un estado en el que estemos por encima de nuestro deseo, en el que junto con el deseo tengamos intenciones con las que podamos cambiar los deseos para que sean similares a la luz.

Entonces, al comparar el deseo y la luz del Creador una vez que lleguemos a la equivalencia, podremos evaluar, sentir e incluso medir su coincidencia.

Pregunta: Se dice: La mente es una consecuencia del deseo. Si el deseo es egoísta, entonces la mente obviamente le sirve. ¿Dice usted que también hay una oportunidad de elevarse por encima del deseo y ahí tendremos una mente nueva?

Respuesta: Sí. Se llama “fe por encima de la razón”. La cualidad que adquirimos es la cualidad de otorgamiento. Dentro de ella podemos sentir la cualidad del Creador al elevarnos por encima de nosotros mismos.

 

Artículo para seguir reflexionando Lo que emana del Creador es llamado luz

 

 

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