Recibí unas preguntas sobre los estudios, la definición de la meta espiritual, los deseos y la mente.
Pregunta: ¿Qué debo estudiar cada día?
Mi respuesta: Estudie lo mismo que estudiamos nosotros… con nosotros.
Pregunta: ¿Debo estudiar sólo la Cabalá o existen otros libros que valga la pena estudiar también?
Mi respuesta: Debe estudiar únicamente lo que nosotros estudiamos. Si usted es principiante, entonces puede estudiar la primera y la tercera parte de la lección diaria junto con nosotros, pero en lugar de la segunda parte de la lección (Talmud Eser Sefirot) puede estudiar el material para principiantes en el sitio.
Pregunta: ¿Tenemos que luchar contra nuestros deseos de lujuria en el mundo corporal o debemos dejar que la Cabalá luche por nosotros contra estos deseos?
Mi respuesta: Sólo el estudio de la Cabalá invoca la Luz de la corrección – Or Makif. No se va usted a corregir más luchando contra sus deseos o restringiéndose de alguna manera. No se enfoque en sus propiedades, sino sólo luche por alcanzar al Creador.
Pregunta: Estoy algo confundido sobre la meta espiritual. ¿Cuál es mi meta? ¿Ser feliz, otorgar, ser cómo el Ser Superior, amar a mi prójimo? ¿O, como lo que usted ha dicho en las últimas lecciones, la meta es tomar el control de mi libertad de elección o combinar la paradoja entre el lugar del Creador y el lugar de la Creación? ¿Cuál es la meta?
Mi respuesta: Hay una sola meta y lo combina todo: todos los opuestos. Toda la Luz entra en todo el Kli, llenándolo completamente. Este estado ya existe; únicamente nosotros tenemos que revelarlo. Es lo mismo que un rompecabezas de niños. Hay una imagen impresa en una pieza de cartón, después se corta en muchas piezas y el niño tiene que unirlas. Así es como un niño aprende a conectar todas las diferentes partes en un todo y tendremos que hacer lo mismo con todos los elementos de la creación.
Pregunta: ¿Es el ego (mi deseo de recibir), mi mente que observa la realidad?
Mi respuesta: Es absolutamente correcto. Dentro de su deseo, se percibe a usted mismo, al mundo y a su existencia. La mente es el producto de los deseos egoístas o se deriva de ellos. La mente toma forma y crece al grado que uno aspira a llenar sus propios deseos. Entre más deseos uno tiene, y más grandes son, mayor es la mente que los acompaña. Por lo tanto, puesto que la Cabalá desarrolla nuestros deseos, también agiliza el desarrollo de la mente (el cerebro).
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