La cuarta etapa del deseo Bejiná Dalet, la cual es el ser creado, es la más lejana del Creador en sus cualidades pero, al mismo tiempo, la más cercana a Él en su habilidad de alcanzarlo a Él. Las otras etapas son imposibles de calificar en términos de alcance, porque no contienen ninguna Luz reflejada. Esta aparece sólo si Bejiná Dalet trabaja con ellas.
Digamos que mi egoísmo y yo nos impresionamos de cierta melodía, pintura o narración. Esos trabajos en sí mismos no tienen sensaciones. Sin embargo, al integrarlos con mi egoísmo, les doy una sensación, y alcanzo al Creador a través de ellos. Ellos en sí mismos no lo tienen, y ese es el significado de las “primeras nueve Sefirot”. Las primeras nueve Sefirot son las cualidades que, combinadas con mi ego, me ayudan a descubrir las cualidades del Creador, las cuales Él muestra hacia mí, hacia mi percepción.
La dificultad en percibir al Creador es que Él actúa “en círculos” (sin ninguna restricción), mientras que el ser creado tiene que responder a Él “en una línea recta”, es decir, con una pantalla que restringe el egoísmo. Pero cuando nos elevamos de un grado al próximo mediante fe por encima de la razón es un ascenso contínuo, “análogo” e integral. Mientras llegamos al próximo nivel, somos capaces de discernirlo como discreto, como un grado particular.
Aun así, sí revelamos algo de los círculos, de la perfección del Creador, al hacer un ascenso con fe por encima de la razón. La fe por encima de la razón nos deja llegar tan cerca como es posible desde la línea recta del ser creado hasta la perfección circular del Creador.
La fuerza de unidad viene a nosotros desde la Luz infinita. Por lo tanto, si llegamos incluso a la más pequeña medida de la cualidad de otorgamiento con la ayuda de la Luz, la fuerza de la perfección circular, donde cada uno es igual, de esa manera formamos los deseos que son cercanos al círculo, al Creador. Sin embargo, estos son formados en nosotros a través de la línea recta.
Gradualmente alcanzamos el círculo a través de la línea recta, pero existe siempre algún aditivo elusivo del que carecemos. Como cuando intentamos calcular una forma infinita, el área es dividida en una multitud de rectángulos aproximándose a una curva, pero el elusivo remanente siempre permanece.*
Una persona recibe el deseo de arriba, pero construye la intención a través de sus propios esfuerzos. La intención contiene una parte de las vasijas conectadas que recibió de los amigos, debido a que la Klipá siempre se interpone, molestándolo, él revela la intención adicional como un niño que jadea y hace una rabieta intentando lograr algo, y así es como aprende. Es a través de nuestros esfuerzos que construimos una adición a nuestro deseo, la cual es llamada una intención. **
De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá 19/mar/18, Talmud Eser Sefirot, parte 2, capítulo 2, punto 6
* (Minuto 45:19)
** (Minuto 51:15)
Material relacionado:
Perfección del Creador
¿Por qué el Creador es tan cruel?
¿El Creador tiene mente?