Ascensos y descensos—Vida y muerte

“Ama a tu prójimo como a tí mismo” es una antigua consigna bíblica, un llamado con el que, en principio, todo el mundo está de acuerdo, pero nadie sabe cómo implementarlo.  

Aunque a veces amamos decirlo, entendemos que en nuestro mundo, son sólo palabras bonitas. Pero en el mundo espiritual, es una regla indispensable, bajo la cual existes o no.  

Los amigos que se unen en un todo, encuentran el contacto correcto para otorgar y amarse. Alcanzan el nivel espiritual más elevado y sienten la fuente de todas las fuerzas, la fuente de la creación. Logran un nivel sobrenatural de existencia y permanecen en un flujo eterno de información y energía, más allá de tiempo y espacio y de pronto revelan la siguiente capa de egoísmo que estaba previamente oculta. 

En lugar de amor y otorgamiento, comienzan de nuevo a alimentarse con actitudes egoístas, críticas y rechazo a los demás. En ese momento, caen del nivel que habían adquirido, al nivel terrenal, como si  el cielo les abandonara y otra vez, lo ven todo en forma absolutamente egoísta.   

Como sucede a menudo durante la clase: brillas con tus amigos, como si estuvieras en otorgamiento y amor con ellos, todo es tan bueno y luego, este estado desaparece y empieza la vida ordinaria. Pero, con los cabalistas, por seguro que esto es más frecuente, debido a la diferencia entre la realidad espiritual y la realidad terrenal. Y para la gente común, sigue siendo un poco descabellado. 

Pregunta: Y, ¿qué se puede hacer?

Respuesta: Superarlo de nuevo, trabajar en el ego al que estás sometido y trabajar una vez más, superarlo. Después de que lo superas, encuentras incluso un amor más grande, incluso mayor otorgamiento, incluso mayor conexión e incluso un nivel sobrenatural más alto y luego, caes de nuevo. Y así sucederá 125 veces.

Pregunta: ¿Está hablando de la reencarnación de las almas?

Respuesta: Podrías llamarle la reencarnación de las almas. Cada vez que caes y te vuelves a superar, se llama “vida y muerte”, “vida y muerte”. 

Pregunta: Y dentro de esta vida corporal en la que existimos, estudiamos y deseamos unirnos y crecer, ¿sucede la misma historia? 

Respuesta: Si en esta vida no alcanzas ni un sólo nivel espiritual, si ni siquiera lo deseas, ¿cómo lo puedes considerar? Al final ni avanzas ni caes. No progresas

En la espiritualidad, el avance sólo se toma en cuenta hacia arriba y hacia abajo, al menos en una mínima escala. Si no es el caso, lo que viviste en tu cuerpo, es tu vida: cuánto bebiste, cuánto comiste, cuánto eliminaste y moriste. Y luego, otro ciclo. 

Pregunta: Supongamos que queremos progresar en esta vida, conectarnos y revelar el nivel espiritual más bajo, ¿el egoísmo crecerá de nuevo? 

Respuesta: Sucederá ya sea por varios ciclos en esta vida o habrá otro nacimiento físico entre ellos, otro cuerpo esperándote. No importa, pero ya es un proceso. 

Pregunta: ¿Ya pasamos por esto?

Respuesta: Si. Sólo en un proceso en el que prácticamente no hicimos nada, sólo tuvimos cierta preparación. Por eso, aún estamos avanzando.

Pregunta: ¿Éramos amigos?

Respuesta: Estábamos de alguna forma conectados y algunos de nosotros, incluso, ya éramos amigos.

Pregunta: ¿Cuándo fue? 

Respuesta: Hace algunos cientos de años. 

Pregunta: ¿Dónde fue? 

Respuesta: Pudo haber sucedido en distintos lugares de la tierra. No importa. Sólo son importantes los ascensos y descensos espirituales, las convenciones terrenales son sólo un teatro.
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De Kabtv “El poder de El Libro del Zohar” #21

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