Rabash, «Lishmá (en Su nombre) y Lo Lishmá (no por Su nombre)»: Existe sólo una cosa que podemos hacer y es tratar de alcanzar la grandeza del Creador.
Esto significa que con todos nuestros trabajos en la Torá y los mandamientos, nosotros queremos que nuestra recompensa sea el sentir la grandeza del Creador. Y todas las oraciones que rezamos deberían ser para «elevar a la Shejiná del polvo», puesto que el Creador se oculta de nosotros debido a la restricción que se llevó a cabo, y nosotros no podemos evaluar Su importancia y Su grandeza.
… Y por esta razón la persona debe tratar de no olvidar la meta mientras estudia la Torá, y de mantener constantemente ante sus ojos que ella quiere recibir esto del estudio, que el estudio influirá en la grandeza y la importancia del Creador… que, por medio de éste, ella será capaz de acercarse al Creador, a fin de ser capaz de darle alegría a Él, puesto que el Creador es importante, y ésta será su recompensa, y ella no querrá ninguna otra recompensa a su labor».
Es así como se determina el tipo de trabajo correcto: trabajar por la grandeza del Creador, y darle alegría a Él sin ninguna consideración por uno mismo, pero sólo con el fin de ser llenado para otorgar. Esto sólo es posible al otorgarles a los demás, al preparar la vasija general completa para la revelación del Creador. Es imposible hacerlo directamente, puesto que no tenemos contacto con la Luz a excepción de una opción, que ésta se revele con nuestra ayuda en las vasijas corregidas.
(87031)
De la preparación para la Lección Diaria de Cabalá del 8/28/12
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