Cada uno tiene un poco de filósofo

Dr. Michael LaitmanBaal HaSulam, «Introducción al Libro del Zóhar», ítem 23: Resulta que una vez que se vistió en un cuerpo humano, ésta (el alma) genera necesidades y deseos e ideas para satisfacer su deseo de otorgar al máximo, es decir, para otorgarle placer a su Hacedor, de acuerdo a la medida de su deseo.

Pregunta: Por un lado se nos dice que deberíamos guiarnos sólo por lo que vemos, pero por otra parte, tenemos que despegarnos de los términos corpóreos «cuerpo» y «alma», entonces ¿Cómo podemos integrar las dos cosas?

Respuesta: Yo veo el mundo corpóreo en el que ahora vivo. Estudiamos sobre esto en las universidades y no en las lecciones de Cabalá. Nosotros, por otro lado, estudiamos sobre algo que está por encima de esto, la realidad espiritual. Éste no está ante mis ojos, y se supone que adquiero una nueva visión con el fin de verlo. Yo no necesito ojos corpóreos para esto, sino simplemente los espirituales.

Los cabalistas nos dicen que así como el cuerpo corpóreo, también hay un cuerpo espiritual, y este es otorgamiento. La vida en éste es la Luz que lo llena. El cuerpo espiritual en realidad es la Luz Retornante (Ohr Jozer) y nosotros sentimos el cuerpo de acuerdo a su medida.

Yo me siento atraído a otorgarles a los demás de acuerdo al nivel de la Luz Retornante, y el otorgamiento hacia los demás es mi alma. Aquí es exactamente dónde está, en los demás, y no en la carne que vive y muere. Necesitamos la carne sólo para el tiempo en el que tengo que anular mi deseo de recibir. Luego la necesidad del cuerpo corpóreo desaparece. Cuando alcanzo el primer nivel espiritual, entiendo que no tiene nada que ver con el cuerpo. Simplemente se me dieron tales condiciones en las que puedo existir antes de la revelación. Este estado es esencial para entrar en el mundo espiritual. Esta es el área donde cumplo las condiciones previas.

Es como si estuviera frente a una puerta y se me dijera: «Puedes entrar sólo si tienes un boleto. ¿No tienes un boleto? Entonces ve a trabajar y compra un boleto, y entonces podrás entrar». Esta es la forma en la que yo trabajo en este mundo a fin de comprar un boleto para la realidad espiritual y durante las lecciones hablamos sobre lo que sucede detrás de la puerta.

Pregunta: Entonces ¿de qué forma somos diferentes de los filósofos que parecen decir lo mismo?

Respuesta: Primero, estamos en lo correcto en cuanto a que no queremos, como ellos, consentir fantasías, como ellos lo hacen; nosotros entendemos que en realidad debemos sentir y ver de antemano aquello de lo que hablamos. Este es un enfoque saludable que nos protege de cometer errores y nos proporciona un claro marco científico.

Los filósofos están equivocados en el hecho de que hablan sobre cosas que ellos no sienten que estén más allá de su percepción y que carece de base fáctica. Y están cómodos con esta situación: en primer lugar, porque se les paga para esto y en segundo lugar, porque ellos quieren tener algo que ver con la «espiritualidad».

En principio, la persona busca cierto «bastión espiritual» pero sin trabajar en sí misma. Esta es la razón por la cual los cabalistas odian la filosofía. Existe un filósofo en cada uno de nosotros porque también quisiéramos entrar a la espiritualidad sin esfuerzo y nos encanta abrir diferentes teorías infundadas.

Al mismo tiempo, nosotros tenemos que explicar todo: «Aunque a veces siento como si estuviera filosofando, esto es solo mi ego». La verdad es que en realidad no podemos discutir el mundo espiritual antes de alcanzarlo, se nos dice: «No podemos nombrar algo que no alcanzamos».

Nosotros rechazamos el enfoque filosófico y odiamos a los filósofos en nosotros, aunque es imposible hacerlo sin ellos, porque cada uno incluye al mundo entero dentro de sí mismo. Entonces nosotros sólo hablamos sobre  lo que ocurre en nuestros corazones.
(125302) 
De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/12/14, Escritos de Baal HaSulam

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