Pregunta: Me recuerdo de niño, en los años 80. Nadábamos en los ríos y bebíamos su agua; las flores y las cerezas olían tan fuerte que su aroma simplemente era embriagador.
Y hoy, veo que todo cambió. Ahora, estos ríos son impropios hasta para dar de beber a los animales. En consecuencia, tengo la sensación de que nosotros, nuestro egoísmo, destruyó el planeta ¿qué podemos hacer para curar el egoísmo? ¿cómo lo podemos corregir?
Respuesta: En principio, no es tan difícil. Sólo necesitamos quererlo todos y apoyarnos uno a otro, para que miles de personas quieran unirse e intentemos actuar altruistamente, por encima del egoísmo, utilizándolo lo menos posible.
Y no necesitamos hacer nada especial, primero que nada, dejar a la naturaleza, dejar de robar a nuestra Tierra y después, restringir a la gente, es decir, tratarnos con la máxima comprensión y amistad.
Si actuamos de esta forma, con relación a la naturaleza y al hombre, atraemos las fuerzas positivas de la naturaleza, la Luz superior -como la llamamos- y ella nos corregirá. Nos haremos más amigables, abiertos y confiables.
Podremos ver a través de la naturaleza, cómo interactúan las fuerzas del bien y el mal y equilibrarlas como el positivo y el negativo en los circuitos eléctricos. Pues, es imposible sin el negativo.
Necesitamos aprender cómo hacerlo. Toda mi vida ha estado dedicada a enseñar la forma de utilizar adecuadamente ambas fuerzas inherentes en la naturaleza: la positiva y la negativa.
La fuerza negativa es nuestro egoísmo. Se manifiesta donde quiera y sólo nos quema. Pero existe la fuerza positiva, que no estamos revelando. Puede surgir sólo si la despertamos. Si (el despertar) no está allí, no aparece (fuerza positiva) y permanecemos bajo el control de una sola fuerza negativa. Como resultado, llegamos a un estado en el que todo se vuelve sólo negativo: inanimado, vegetal, animal y humano.
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De Kabtv “Reunión con Cabalá Victoria Bonya” 29/mar/20
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