Podemos encontrar muchas excusas para nosotros mismos, pero si nos enfrentamos a las leyes de la naturaleza, entones debemos acatarlas. La sabiduría de la Cabalá habla de leyes absolutas. Los cabalistas nos explican cómo está estructurado el sistema de la realidad. Y nosotros pensamos que no son leyes rígidas, sino algo que cambia de acuerdo a nuestro deseo: las relaciones entre las personas, la conexión entre el hombre y la naturaleza, el destino, la suerte, y los diversos eventos de ayer y hoy.
Todas esas ilusiones vienen de la falta de conocimiento del sistema, de la falta de entendimiento de que este está definido en un sistema exacto y que no está en nuestro poder cambiarlo. No hay nada qué hacer ¡Es de esa manera y sólo de esa manera! Incluso tratamos a la ciencia como si pudiéramos darle la vuelta. Esto viene de la falta de sensación de que estamos conectados con el sistema mediante miles de hilos, billones de nervios.
Imaginen que de ustedes salen una cantidad infinita de hilos que los conectan con toda la realidad, y todos ellos son especialmente sensibles, como nervios expuestos. Todos conocen el insoportable dolor que se siente cuando de pronto tocas un nervio expuesto en una muela hinchada. Todos hemos sentido esto alguna vez. Y de ti salen millones y billones de nervios expuestos que te conectan con otros. Todos nosotros estamos envueltos en esas delgadas fibras blancas, como inmersos en gel.
Imaginen cuán sensibles son ustedes a todo lo que sucede en cualquier lugar. Dependen de todos y ellos, a su turno, dependen de ustedes. Nosotros estamos estrechamente conectados a través de esas delgadas fibras de nervios, completamente en todo. Sin importar lo que suceda, la pregunta es si esta toca el nervio o no.
Ahora estamos separados de este entendimiento, pero lentamente nos acercamos a este a través del sufrimiento. La fresa entre nosotros no toca directamente nuestro nervio. Sólo hay una cavidad en la muela y algunas veces causa cierto dolor, el cual somos capaces de soportar. Y algunas veces incluso podemos escapar del odontólogo, rechazar el tratamiento, y lo que será, será.
Y aquí no es posible poner anestesia y librarse del dolor, ya que el dolor es la medida del problema. El dolor apunta hacia el lugar del problema; pueden arreglarlo: vayan al doctor y tomen la medicina. En este caso, si son capaces de curar una enfermedad física, entonces se les permite usar anestesia. Pero no es posible utilizar anestesia espiritual ya que tienen que corregir su razón. Y para esto, deben descubrir el sistema de conexiones.
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De la 1° parte de la Lección diaria de Cabalá del 2/1/13, Escritos de Baal HaSulam
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