Conectándonos a través del maestro

Dr. Michael LaitmanLo más importante que aprendemos no es el estudio de los fenómenos separados sino de las conexiones entre ellos: cómo depende un fenómeno del otro en una relación directa y de manera opuesta. Esto significa que el estudio nos proporciona una imagen de las conexiones entre todas las partes de la realidad.

A esto es a lo que le prestamos más atención a durante las lecciones. Aprendemos más acerca de las conexiones entre los elementos que sobre los elementos reales. Es imposible estudiar una sola cosa.

Resulta que la persona no puede estudiar por sí misma. Por lo tanto, está escrito: «He aprendido de todos mis estudiantes». El maestro no aprende por sí mismo, sino en realidad de sus estudiantes. Así que si difundimos la sabiduría de la Cabalá o enseñamos el método integral, aprendemos de nuestros estudiantes y por lo tanto avanzamos.

Pero si no enseño ni tengo estudiantes, no puedo avanzar. Uno sólo puede aprender de sus alumnos, y esta es una condición esencial. Ahora podemos entender por qué los cabalistas nos hacen un llamado a difundir la sabiduría de la Cabalá. No estamos haciéndole un favor a nadie con eso, sino ayudándonos a nosotros mismos.

Enseñarle a un estudiante significa establecer una conexión entre él y el Creador. Esto es en realidad lo que un maestro le enseña a su alumno: cómo conectarse con el Creador. Esto significa que el maestro está entre el Creador y el estudiante como un mediador, un guía, un conductor.

Un estudiante se conecta con el Creador a través del maestro ya sea que lo quiera o no. Cada vez que renueva su relación con el Creador, ya sea de manera positiva o negativa, todos los cambios son a través del conductor, a través del maestro. Sin importar lo que haga el estudiante, si asciende o desciende, él activa a este conductor y el maestro gana de eso.

Es imposible conectarse con el Creador a menos que ustedes sean guías, conductores que le transmiten al grupo o a un estudiante. Esto va de la mano con el hecho de que no hay necesidad de corregir a la persona en sí, sino su actitud hacia los demás, incluido el Creador.

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Del Congreso en Verona «Día dos» del 11/22/14, Lección 4

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