Conexiones en lugares más altos

Según la ciencia moderna, el universo se originó alrededor de 14 billones de años. Alguna «chispa», completamente inmaterial, con un plan oculto dentro de ella, marcó el comienzo de la formación de la materia. Esta era una chispa de energía que incluía en su interior el diseño, el deseo, y en última instancia, toda la estructura de nuestro universo.

Solo imaginen, una miríada de estrellas y galaxias de esta chispa. El pensamiento, el plan es capaz de dar a luz a un material sin límites. ¿Otro billón de estrellas? ¡Aquí están! Nosotros simplemente no entendemos la brecha que hay entre los niveles de nuestro mundo y esta chispa. Su plan activó el desarrollo de la materia hasta el nivel humano.

Y ahora, la persona que vive en esta Tierra, en nuestro mundo, debe aclarara a sabiendas, consciente y voluntariamente qué es esta chispa, la chispa que creó el universo. La chispa quiere que el hombre la descubra, se fusione con ella, con el pensamiento de la creación, y su propósito, con deseo e intención.

El hombre realmente es la corona de la naturaleza, pero por ahora sólo en potencia. Nosotros nos convertiremos en la corona cuando nos conectemos con esta chispa, cuando entendamos qué es Su pensamiento de la creación y el plan que se ha realizado hasta la aparición de la humanidad en nuestro mundo.

Todos los demás sistemas que se encuentran bajo este pensamiento, fueron diseñados sólo para despertar a la persona para que se eleve en los niveles de la naturaleza desde el inanimado, vegetativo y animado. Uno no los controla, no puede cambiar nada allí. Al final, uno debe despertar y elevarse más alto con el fin de alcanzar ese mismo plan, ese mismo pensamiento de la creación que creó nuestro universo entero y todo lo que existe en él.

A esto conduce el desarrollo del hombre, esto es lo que la persona debe lograr.

Al inclinarnos en esa dirección, de pronto sentiremos la armonía entre nosotros, así como la armonía con la naturaleza inanimada, vegetativa y animada, las cuales se encuentran todas bajo el direccionamiento de arriba. Tenemos que unirnos al sistema más elevado, de la misma manera que la gente en nuestro mundo busca conexiones en los «lugares elevados», y luego todos los sistemas inferiores, por necesidad, funcionan. Nosotros, sin embargo, nos hundimos en los problemas de los subsistemas.

El plan general está construido de tal manera que ponga presión sobre nosotros constantemente, fomentando una conexión con el «destino correcto». Así, no vale la pena buscar las razones que existen para los sucesos desagradables y dolorosos que nos amenazan con la muerte y hasta con el peor sufrimiento. No podemos ser curados de las enfermedades por medio de tratamientos en el mismo nivel.

En realidad, sólo podemos tomar «tranquilizantes», lo que nos permitirá preocuparnos por la raíz del problema. Y por el contrario, al tratar de sentirnos satisfechos al curar los síntomas, sólo invitamos sobre nosotros mismos golpes dobles.

(90604 – Del Kab.TV «Una nueva vida» del 10 de Octubre del 2012)

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