Congresos: Un gran salto

El sistema del alma común, Adam HaRishon, la creación creada por el Creador, ya existe. Sólo que a nosotros nos parece que está rota y sufre por no tener Luz, armonía y dirección. La destrucción es sólo para nosotros, para que podamos sentir lo que perdimos y lo que nos falta para alcanzar el estado perfecto. Así, comenzamos a comprender, sentir y estudiar el sistema de la creación y nos preparamos para gobernarlo.

Es como cuando compramos un juego de Lego para un niño, abrimos la caja, vemos muchas piezas diferentes y decimos: «Vamos a construir una casa». El niño comienza a pensar en cómo conectar las piezas. También, el Creador nos hizo un rompecabezas o «Lego de la creación».

Existimos en un sistema perfecto en el que nunca ha habido ninguna deficiencia y el ocultamiento existe sólo para nosotros. Debemos compensar este ocultamiento y construirlo nosotros mismos. Es un juego interesante, como uno de computadora. Mientras más comprendamos lo que debería ser el sistema, más podremos ver que la conexión correcta de otras partes del sistema, se revela en esta computadora.

Nos parece que estamos construyendo ese sistema, pero en realidad, sólo revelamos lo que ya existe. Lo único que necesitamos es unirnos en el lugar al que el Creador nos trajo, la decena, incluirnos en ella y así entender nuestro lugar en el sistema común.

Nos esperan tres días de congreso en los que podremos dar un gran salto en el camino. Ya nos preparamos bien y hemos logrado un éxito importante en la conexión, ahora podremos avanzar aún más. Todos los que «estuvieron en el desierto», es decir, los que participaron en el congreso del desierto en Israel y los que estuvieron con nosotros desde otras partes del mundo, avanzaron enormemente, justo por la conexión al congreso desde el exterior israelí a través de su AHP de Rosh.

El alma común se divide en la parte superior, Rosh (cabeza), GE y AHP y, Guf (cuerpo), GE y AHP. GE de Rosh son los que participaron en el congreso en el desierto. El AHP de Rosh fueron los invitados al gran congreso en Tel Aviv. Aunque, este AHP aún no pertenece al Rosh del Partzuf espiritual. Guf son los que se unen a nosotros debido a la difusión externa en Internet y en los periódicos.1

El significado de la vida sólo puede entenderse en la ciencia de la Cabalá. Tenemos que pasar por muchos golpes y desilusiones hasta que nos demos cuenta de que nuestra vida terminará definitivamente y de que no tenemos oportunidad de tener éxito. Todos morirán, como cualquier animal se descompondrán en el suelo y nada quedará, igual que los que vivieron antes que nosotros.

El único modo de mantenerte vivo, es llevar tu parte interior al mundo espiritual, desarrollar tu punto en el corazón, al menos en forma mínima: incluirte en un grupo de personas como tú. Así, tendrás el derecho de existir.

Ninguna partícula de la creación puede existir a menos que se una a otras e intercambie energía con ellas. Esta es la diferencia entre el polvo descompuesto y la materia viva: se distinguen sólo por la presencia de la conexión interna entre las partes.

Por eso, debemos conectarnos de tal forma que la vida espiritual aparezca entre nosotros y para esto necesitamos trabajar en la decena, en la conexión y en los congresos.

Es una ley de la naturaleza, no podemos ir en contra. O cumplimos la ley de la vida o no, la elección es nuestra.2
De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 18/feb/19, “Bnei Baruj como estado de transición”
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Impresión principal del congreso

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