Torá, «Números» 11:18 a 11:20: Y a la gente dirás: ‘Prepárense para mañana y comerán carne, porque han llorado a los oídos del Señor diciendo: «¿Quién nos va a alimentar con carne, la teníamos mejor en Egipto. «[Por lo tanto] el Señor les dará carne y la comerán.
La comerán no un día, no dos días, no cinco días, no diez días y no veinte días.
Sino, incluso, por un mes completo hasta que les salga por la nariz y les de náuseas. Porque despreciaron al Señor que está entre ustedes y lloraron ante de él diciendo: «¿Para qué salimos de Egipto?»
El Creador promete alimentar a los hijos de Israel con su ego, diciendo: «primero les parecerá buena, pero cuando lleguen a un estado en el que no puedan superar el ego, comenzará a desbordarse por todas partes, buscarán una manera de frenarlo y no encontrarán respuesta, el ego empezará a manejarlos y controlarlos. Entonces, a regañadientes avanzarán hacia la muerte, el sufrimiento y la enfermedad y verán cómo sus hijos se hacen daño y mueren ante sus propios ojos. ¡No podrán escapar a ningún lugar! Todo lo que les es querido: padres, hijos y nietos, sufrirán terriblemente durante mucho tiempo. Ellos desearán morir, pero no podrán. Esto es lo que tu ego te hará»
Los profetas dijeron que mujeres justos cocinarán sus hijos y se los comerán. El egoísmo interno de la persona la obligará a comportarse de esta manera. Ahí es a donde nos dirigimos y todo puede suceder, como los profetas dijeron, si no nos volvemos a la línea derecha a tiempo, en la dirección de la conexión y la unidad para que MAN descienda sobre nosotros.
Si vamos por encima del ego no habrá muerte en absoluto. La muerte es la liberación de una existencia sin sentido. Hoy en dí,a muchos de nosotros, con gusto, renunciaríamos a esta vida: es mejor no haber nacido que vivir de esta manera. Pero la persona no puede morir. La persona gira en un torbellino de grandes problemas; se arrastrará, se aferrará con sus uñas y se arañará hasta sangrar, pero no será capaz de hacer nada consigo misma. Soñará en morir, pero en vano.
Cuando se encuentre al borde de la muerte, en tales aflicciones mentales, comenzará gradualmente a entender su naturaleza egoísta, hasta que se decidida a deshacerse de ella, pero no es inmediato, ni así como así. Tendrá que pasar por este camino hasta el final, porque lo siguió de acuerdo al método de pena y sufrimiento. Por otro lado, todo sucede de manera totalmente diferente, por el camino de la Luz: la Luz brilla y verás que, por un lado hay un abismo negro que traga todo, por otro lado está la Luz. En el camino del sufrimiento, por lo contrario, no hay Luz, no verás nada sólo gran vacío lleno de sufrimientos y querrás morir cada minuto, porque la plenitud te parece un gran regalo.
Así, la respuesta del Creador a la solicitud de alimentar a la gente con carne es muy dura: comerás carne continuamente, hasta que estés harto de ella, luego volverás a tus sentidos. Esto significa que seguirás el camino del sufrimiento hasta que entiendas que tu vida egoísta es la muerte misma y, el Creador, a quien desprecias, es el atributo de amor y otorgamiento. Trate de cambiar y elige uno de los dos: o el camino del ego o el camino del amor.
Por primera vez en la historia estamos en esta encrucijada. Vemos cómo la naturaleza del mundo se une internamente y el antisemitismo se revela. Las naciones del mundo comenzarán a odiarnos instintivamente, sin excepción. Se opondrán, nos mostrarán sus dientes como lobos. No por su voluntad, sino por el hacer de la Providencia superior que opera a través de ellos. Está dirigido sólo a nuestro ego. Si lo cambiamos al atributo de amor y otorgamiento veremos sólo personas buenas y amorosas ante nosotros.
¡Podemos hacerlo!
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De Kabtv «Secretos del Libro Eterno» 25/feb/15
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