Setenta sabios: un sistema de conexión mutua

Dr. Michael LaitmanTorá, «Números«, 11:16-17: Y el Señor dijo a Moisés: ‘Reúneme a setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; tráelos al tabernáculo de reunión, que esperen allí contigo.

Y yo descenderé y hablaré allí contigo; tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos; llevarán contigo la carga del pueblo y no la llevarás tú solo’

El Creador tranquiliza a Moisés pues la rabia no se volcará en él solo y no llevará la carga del pueblo por sí mismo, sino que será compartida por todos los ancianos que entrarán en contacto directo con la gente, mientras que Moisés enseñará a los setenta ancianos y gobernará todas las tribus a través de ellos.

El punto es que cuando el egoísmo comienza a crecer dentro de nosotros hay necesidad de una estructura de conexión con el Creador y todos nuestros cambios y mejoras se reducen a establecerla. En una familia, por ejemplo, todo lo administra el jefe de la familia; en un edificio de apartamentos todo es dirigido por la asociación del condominio; en un pueblo hay un pequeño consejo de administración; en la ciudad está el municipio y en un estado hay de miles de personas involucradas, lo que significa que cuanto más grande es el egoísmo, mayor es la necesidad de conexión mutua entre las personas y la fuerza superior, el Creador.

Si un gran egoísmo es revelado entre la gente, empezarán a quejarse ante Moisés: «No queremos avanzar; preferimos volver al nivel animal. Llévanos de vuelta al faraón y toma al Creador «Es uno de dos: ya sea Biná o Maljut o, ya sea dinero o la Luz Superior.

Esta es la razón por la que, de pronto, haya necesidad de coordinación, porque tiene que haber un conductor que conecte a Moisés con el pueblo. Aquí son los setenta sabios, que son el sistema de cooperación mutua y están entre ellos.

Y yo descenderé y hablaré allí contigo; tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos… esto significa que los ancianos ascenderán espiritualmente y así podrán estar totalmente conectados entre sí.

Serán capaces de tomar la Luz superior y dividirla en setenta partes (es decir siete Sefirot: Hesed, Gevura, Tiferet, Netzaj, Hod, Yesod, Maljut, en cada uno hay diez Sefirot, que da un total de setenta), conducirla a la gente y mostrarles que deben unirse y conectarse.

De hecho, los setenta sabios dan ejemplo de conexión y unidad: todos son diferentes y opuestos entre sí, como setenta raíces espirituales. Al final, como raíces en el suelo, absorberán a la gente que se derive de ellos en una reacción en cadena hacia abajo. Esta es la razón por la que setenta sabios / setenta raíces espirituales pueden dar ejemplo y fortalecer la unidad de la nación.

En el pasado, el Sanedrín se componía de setenta sabios que regían el estado y, gracias a la unidad entre ellos podían llegar a un consenso.

Todo lo que existe en las raíces espirituales se refleja en el mundo corporal. Por lo tanto, existe esta conexión en nuestra alma y en nuestro pacto espiritual.

Existe el concepto de nación en cada uno de nosotros: primero está toda la humanidad, luego la nación de Israel y luego su división en levitas, sacerdotes, setenta sabios y Moisés. Todos tenemos que ser iguales en este diseño y ponerlo junto entre nosotros en el mundo corporal para que entendamos que existe dentro de nosotros.
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De Kabtv «Secretos del Libro Eterno» 25/feb/15

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