Despierta

Voy a revelarte un secreto. Y solo entre tú y yo. Escucha: nosotros vivimos en un mundo excelente y maravilloso. Todo está bien, reinan el bien, la tranquilidad y la paz. Pero todo esto tú no lo sientes. Estas apartado, estas inconsciente, sin sentimientos, sin ningún rayo de esperanza.

¿Por qué? Porque tu realidad es unilateral. Sin conexión con lo opuesto, tú no sientes nada. Porque tú eres una criatura y la creación no puede distinguir la Luz sin la oscuridad.

Inmóvil e insensible tú existes en el Creador. ¿Cómo puede Él revelarte este maravilloso mundo? ¿En otras palabras, cómo puede Él revelarse a Sí mismo? O, ¿cómo puede el Creador revelarse a ti?

Existe solo una posibilidad: perturbar tu sueño con una gota del mal, para que al probarla despiertes y te encuentres que tú mismo existentes en el bien infinito.  Y Él lo está haciendo.

Porque de otra manera tú te quedaras para siempre sin sentirlo. No podrás valorar tu estado, medirlo, entender donde estas y quien eres. No tendrás suelo bajo de tus pies.

Y por fin, a través del sueño oyes, entiendes que puedes conectarte con esta fuente eterna en la que existes. Ponerte a ti mismo en dependencia constante de ella, y pase lo que pase, medir y comprobar tus sentimientos solo según ella.

Tú lo haces y, entonces, todo está bien: en tu mundo no existe el mal. Porque todo lo que se revela a ti, todos los contornos opuestos, oscuros están elegidos solo para enfatizar, acentuar la Luz, el bien ante tus ojos.

(De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 3/25/11, educación global)

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