Diez como uno

No puedo incrementar mi deseo, solo añadir los deseos de otros. Es lo que se llama crecimiento del deseo cuando aprendo de uno, de otro y después de un tercero. 

Todo el crecimiento del deseo es porque vamos de regreso al alma única – Adam HaRishón (primer hombre). Mientras más anexemos las partes que se quebraron, como resultado de la ruptura, del pecado del árbol del conocimiento, más grande se vuelve el deseo. Si incluye diez partes, nos volvemos como uno. 

No solo nos fusionamos en uno, seguimos como partes separadas, unidas por una fuerza que nos rodea en un abrazo y nos une. Decena unidos en una intención, en una meta común y cada uno se anula para conectarse con los otros. 

Dentro de ellos, el poder de auto-anulación, llamado restricción, pantalla y luz reflejada y, su deseo común de otorgar al Creador comienza a funcionar. 

Y una sensación de la fuerza superior se manifiesta dentro de esa decena, porque entre ellos crearon condiciones para la revelación del Creador. El Creador no llega a ellos desde algún lugar exterior, es generado dentro de fuerzas de conexión por encima de las fuerzas de rechazo.
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Del Congreso Internacional de Cabalá 25/sep/21, “Entrar al estado espiritual” – Revelando un nuevo mundo”, lección 1

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