Dinero: pasado, presente, futuro

Dr. Michael LaitmanLa gente siempre ha creído que los judíos tienen un secreto especial para “atraer dinero”. Particularmente los cabalistas fueron acusados de ésto. Los alquimistas intentaron crear una “fórmula para oro” con base en el aprendizaje de las antiguas enseñanzas místicas judías.  

En cierta forma estaban en lo correcto. Los cabalistas realmente conocen el “secreto del dinero” Y el secreto es su otorgamiento.  

Solo los niños pequeños no entienden que todo en el mundo físico tiene su propio valor, su precio -la cantidad requerida de esfuerzo invertido para adquirir lo deseado. El dinero es una medida. Pero, ¿cómo es posible medir los esfuerzos internos de una persona, su felicidad, tristeza, importancia?

Necesitamos medir constantemente nuestra conexión con los demás. La gente activamente intercambia los resultados de su trabajo. La aparición del dinero como equivalente universal de nuestros esfuerzos reemplazó el intercambio de bienes.

El dinero, por lo tanto, es el equivalente universal de los deseos humanos. Si quiero algo, doy cualquier cosa para obtenerlo. Puede no ser un valor material (por ejemplo, el recuerdo de una abuela amada), pero por ello, pagaría materialmente. Todo depende de los requerimientos individuales.    

La sabiduría de la Cabalá siempre ha investigado la fuente, nuestra naturaleza. Es necesario pagar (con dinero o esfuerzo) por el placer. La palabra “dinero” (Kesef en hebreo) tiene la misma raíz que la palabra “anhelo” (Kisuf), es decir, es una capa (Kisui) a mi egoísmo. Cubro mis deseos y su satisfacción al colocar un Masaj (pantalla) sobre ellos, al usarlos correctamente. En nuestra sociedad, la recepción directa con base en el egoísmo, es imposible.

Por lo tanto, el concepto dinero (Kesef) está unido al Masaj que la persona coloca sobre sus deseos. Gracias al Masaj y a los deseos, puede hacer lo que quiere, de acuerdo al tamaño del Masach, es decir, de acuerdo al valor del dinero.

Cuando una persona quiere adquirir algo, debe pagar la suma equivalente de dinero que el vendedor determina. Esa es la versión de nuestras relaciones en una sociedad egoísta. ¿Cómo funciona ésto en altruismo, cuando el esquema de intercambio -dinero por comodidad- no funciona y no compramos lo que necesitamos, sino lo que da placer a otra persona?

El mundo está gradualmente alcanzando una nueva economía: el dinero ya no sirve. Ya existen países en donde puedes adquirir un préstamo bancario sin intereses e incluso, con intereses negativos. Es decir, das menos de lo que tomas. Es evidente que el dinero deja de ser el equivalente universal de recepción y gradualmente, está comenzando a jugar un papel como equivalente general de otorgamiento.

Aquí funciona un principio puramente cabalístico: recibir para otorgar. La humanidad gradualmente se dirige a este modelo. Esta transformación no es comprendida por nuestro intelecto egoísta.

Los banqueros del mundo están considerando seriamente dar más dinero a la gente para estimular la economía. La sociedad consumista está llegando a su fin. Anteriormente estábamos motivados a consumir, hoy, por el contrario, a dar.

La sociedad ha alcanzado un estado en su desarrollo en el cual es posible dar a todos lo que requieren y el dinero ya no tiene este papel. Ha perdido su valor.

A la vanguardia estarán las relaciones interpersonales y la gente está comenzando a buscar satisfacción y placer en la sociedad, en la conexión con otros, no en términos materiales, porque nos hemos vuelto muy dependientes unos de otros.  

El mundo avanza hacia la producción general. Y el producto más importante de la sociedad son las relaciones mutuas correctas. El dinero está perdiendo su valor ante nuestros ojos.

Vemos drogadictos abastecidos con 10 gramos de droga, así no necesitarán dinero en absoluto o desempleados que no tratan de ganar dinero y viven de los apoyos del gobierno para cubrir sus  requerimientos mínimos.   

De esta forma, del placer corporal, estamos yendo a la satisfacción espiritual. La sociedad aún no lo puede ponderar ni entender, por eso la gente se deprime. De hecho, el equivalente universal puramente egoísta de antes -oro, joyas, esclavos- está por debajo del equivalente espiritual.  

Lo que una persona pueda conectarse con los demás, es lo que será apreciado. Se le juzgará por su participación directa en la estructura de la sociedad, en la “fábrica” publica.

Así que la siguiente forma de dinero será el Masaj, es decir la relación correcta entre la gente. Con conexión, compartimos y damos a otros, cada uno “paga” “dinero espiritual (Kesef)” y cubre (Mekasej) el deseo común de satisfacción. Cuánto puedo ofrecer, dar y otorgar a otro, en esta medida podré  recibir.

Así exactamente se verá el comercio en el futuro, porque el elemento más importante en el proceso, es intercambiar nuestra participación en la “producción” general de los deseos comunes para la satisfacción del colectivo.

Vivimos en un mundo donde la Luz es ilimitada. Pero el tamaño de nuestro Kli (vasija) depende del grado de conexión entre nosotros. Si la conexión es negativa, la vasija no tiene satisfacción, vivimos en lo material y constantemente luchamos por la satisfacción propia, como los animales.  

Si la conexión es nula, estamos casi en el nivel transicional entre animal y ser humano. Cuando nuestra conexión es positiva, alcanzamos el grado completo llamado Hombre (Adam, de la palabra “Domeh” – similar al Creador). Nos movemos a la función completamente opuesta del dinero, medimos no por cuánto puedo obtener, sino por cuánto puedo dar.  

El problema es cómo ir del estado material al estado espiritual. Esta es la transición que necesitamos hacer con el dinero, donde se transformará en un equivalente de otorgamiento en lugar de recepción.

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En este mundo, lo que nos satisface está siempre en otras manos. Así que, para satisfacerme a mí mismo, tengo que pagar por los placeres. Este mundo es justo un juego. En el estado eterno hay placeres absolutos, satisfacciones, que también están en las manos del Maestro, el Creador, la naturaleza.   

¿Cómo podemos obtener estos placeres? La sabiduría de la Cabalá nos lo enseña. La sabiduría es llamada a partir de la palabra “Lekabel” – “recibir.” Sin embargo, recibir es muy interesante. La Cabalá nos enseña que justo como en este mundo pagamos por lo que queremos, en el mundo espiritual tenemos que pagar por lo que obtenemos. Nada se nos da gratis!

Así que, ¿con qué pagamos? Pagamos con nuestros deseos. El Creador fija el precio de los “placeres infinitos” que están disponibles, bajo una condición: poder recibir infinitamente de Él. En otras palabras, el tamaño del deseo no debe tener límites. Hasta que alcanzamos este nivel, nuestro deseo de recibir es satisfecho o no es satisfecho, hay placer o ausencia del placer.  

La ley nos lleva a obtener gozo perpetuo de existencia más allá de los parámetros del plano material. “Yo quiero darte el universo entero, mi querido invitado, si puedes consumirlo todo!” – como si el Anfitrión, el Creador, nos dijera. ¿Cómo podemos hacer nuestros deseos infinitos?

Después de satisfacer nuestros deseos materiales, comenzamos a tratar con una evolución cualitativa del deseo, ascendiendo así a las necesidades y placeres espirituales. En ese punto, la ley de equivalencia de cualidades inicia.  

Inicialmente fuimos creados con “pequeños deseos”, los deseos de este mundo. Son finitos porque la satisfacción es limitada. Pero cuando nos conectemos con la naturaleza, utilizando el método de Cabalá, adquiriremos un deseo enorme dado que trabajamos para abrazar la eternidad. Obtengo satisfacción a partir de la satisfacción de Él.   

Recibo para satisfacerlo a Él. Porque no hay nada más que Él. ¿Dónde está el dinero en esta imagen? Refleja diferentes estados entre nosotros. Es una enorme pantalla entre la gente. ¿Qué pagamos al Creador por los inmensos placeres que Él nos da? Nuestro pago es nuestra intención de satisfacerlo a Él al aceptar sus regalos. Lo que podemos hacer es retribuir con nuestra actitud positiva hacia Él.

En el futuro, el dinero trabajará en reversa; será usado para otorgar. Compartiremos satisfacciones con los demás. Invertiremos completamente en la sociedad, la cual será el “banco” de esfuerzos mutuos para dar garantía mutua a cada uno. Esta clase de banco se llama alma. Aquí, sentiremos al Creador, satisfaciéndonos mutuamente unos a otros, infinitamente.

Dr. Michael Laitman


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De Webinar 27/mar/16

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Transición hacia el dinero del mundo espiritual
Una nueva forma de pensar en el dinero

2 comentarios en “Dinero: pasado, presente, futuro”

  1. Es tan grato saber esto….actualmente es la sensación que tengo y sobre lo que trabajo internamente. Conozco muy pocas personas con estas cualidades, una de ellas es músico, pero en efecto son niveles que uno alcanza y solo así se percibe la realidad espiritual, haciéndote sentir que en efecto el trabajo es otorgar… gracias Rab Laitman.

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