Dos escalones hacia arriba

El camino “del amor por los seres creados al amor por el Creador” es un concepto muy sutil. Todos estarán de acuerdo en amar al Creador, incluso una persona completamente secular que piensa en ello sólo en caso de que la fuerza superior exista y es mejor estar en buenos términos. Por eso todos están dispuestos a amar al Creador y esto es aceptado por la gente en todas las tradiciones. Una persona incluso está dispuesta a observar algunos rituales religiosos porque el amor por el Creador es una noción abstracta, no obligatoria.

Por otra parte, el amor por los seres creados requiere de mucho, porque claramente se manifiesta en este mundo, es visible para todos y la persona debe probar que realmente ama a los seres creados. Esto no es fácil. No hay objeción para amar al Creador, pero nadie apoya el amor por los seres creados. Por lo tanto, está escrito que “Israel es un pueblo pequeño”, es decir, aquellos que se esfuerzan por amar al Creador a través del amor por los seres creados.

Muchos caen de este camino porque el amor por los seres creados no surge en nosotros de forma natural. Aun cuando la persona entiende que la ciencia de la Cabalá le promete la revelación del mundo espiritual eterno y completo, sin embargo, “mil entran en la habitación y uno sale para enseñar”. Las personas comienzan a estudiar y tras unos cuantos años renuncian a la revelación espiritual, sin entender qué es lo que en realidad se está discutiendo.

Existen dos enfoques completamente opuestos. Uno es tomar un mensaje espiritual y traerlo a la tierra, a nuestro mundo, con referencia a nuestro comportamiento. Esto es religión. El otro es elevar este mensaje espiritual y elevarse hacia el Creador. Esto requiere cambiar nuestras propiedades, adquiriendo la propiedad de otorgamiento, lo cual no puede ser logrado excepto a través de ejercicios especiales para corregir la relación entre nosotros con la ayuda de la Luz que reforma.

Ese trabajo es contrario a nuestro deseo de disfrutar y es posible sólo con apoyo mutuo. Si esas personas especiales con ardientes puntos en el corazón que quieren alcanzar la revelación del Creador, adhesión con Él y el propósito de la creación se juntan, están obligadas a construir relaciones que serán influidas por la Luz superior, la cual las corregirá de egoístas a altruistas, en aras del otorgamiento mutuo. Así, la Luz superior será revelada dentro de ellas, lo cual es llamado “la revelación del Creador a los seres creados”.

A partir de esto queda claro que existen dos enfoques completamente opuestos, acerca de lo cual está escrito: “El punto de vista de los dueños es opuesto al punto de vista de la Torá”.

“El punto de vista de la Torá” es el uso de la Luz que reforma llamada “Torá”, la cual construye mandamientos espirituales en nosotros, invirtiendo cada deseo egoísta en otorgamiento.

“El punto de vista de los dueños” es la opinión de aquellos que quieren permanecer en su deseo de disfrutar y por lo tanto, intentan invertir el mensaje espiritual en su propio beneficio, para que exista una excusa para permanecer en el egoísmo, sin cambiar su deseo. En este caso, la intención que permanece es egoísta. Observamos este fenómeno en toda la historia.

Desde el momento en que el pueblo de Israel recibió la Torá hasta hoy, esos dos enfoques hacia la Torá han existido en el pueblo. El mundo está a punto de enfrentar un gran sufrimiento que obligará al pueblo de Israel a entender y cumplir su misión, es decir, traer la revelación del Creador a toda la humanidad, lo cual significa llegar al final de la corrección.

Mientras tanto, el amor por los seres creados le repugna a la gente. Ni desea ni comprende ni quiere escuchar acerca de ello. Sin embargo, esta es una etapa obligatoria, una en la que el amor por el Creador está siendo construido. Tendremos que superar los dos escalones y prepararnos para la máxima conexión posible. Aun cuando todavía es egoísta e incompleta, nuestro dolor de ser incapaces de hacer más atrae hacia nosotros la Ohr Hozer (Luz que retorna), la cual trabaja sobre nosotros.  

El Creador finalizará el trabajo por nosotros. Necesitamos sólo elevar la plegaria hacia Él, MAN, para expresar nuestro deseo y dolor y la Luz superior completará nuestra corrección. Todo es logrado sólo con nuestros esfuerzos por unirnos, lo cual lleva a la plegaria, a la revelación de la deficiencia correcta, de acuerdo a lo cual el Creador completa el trabajo por nosotros: la Luz superior viene y lleva a cabo la acción. 1

De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 10/jul/18, clase con el tema: “Del amor por los seres creados al amor por el Creador”.
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