Educar a la persona   

Pregunta: Durante muchos miles de años, los humanos han domesticado muchos tipos de animales. Pero, algunos que son crueles y peligrosos, ni siquiera hemos intentado domesticar.

Entre ellos está el bípedo vicioso que inapropiadamente se llamó “homo-sapiens”; extermina su propia especie a tal grado que no es visto por otros habitantes carnívoros o herbívoros de nuestro planeta.

Domesticar al humano requiere solo de una cosa: que no se mate uno al otro. Esta cualidad puede lograrse muy fácilmente a través de la educación apropiada. Entonces, ¿por qué desde el día en que nacemos, se nos enseña a matar a nuestras propias especies en grandes cantidades a través de películas, juegos de computador, canciones e historias?

Esto es porque estamos siendo preparados para la vida en un entorno competitivo, que en cualquier momento puede convertirse en una guerra.  Tal es nuestra cultura actual, llamada capitalismo y todo aquel que protege el capitalismo se convierte en un cómplice de asesinato.

Respuesta: El problema no está en el capitalismo, el socialismo o el comunismo, ninguno de estos “ismos” y, en general tampoco en la sociedad. Más bien, la raíz del problema es la naturaleza humana que está cada vez peor.

Desde el tiempo en que dejamos las cuevas, nos dispersamos sobre la faz de la tierra y nos consolidamos en pueblos, grupos y clanes, formando estados y reinos. Este proceso se dio bajo la influencia directa de nuestro egoísmo que demandaba una mayor agrupación, una mayor subordinación y una mayor ganancia. Y esto no es porque hayamos querido, sino porque es la forma en que nuestra naturaleza se desarrolla — desde adentro.

La naturaleza nos enseña cómo actuar. La filosofía y todo lo demás se desarrolla después de que nos volvemos diferentes y comenzamos a estudiarnos a nosotros mismos: qué nos sucedió.

La naturaleza crea dentro de nosotros el sentimiento de competencia, la necesidad de elevarnos por encima del otro y derrotar a los demás. Y no podemos hacer nada al respecto. Podemos ver la competencia entre los niños pequeños, cómo ellos luchan contra los demás y no quieren compartir nada con los demás. Y lo vemos en todas las relaciones entre adultos, en la cultura, las ciencias, y todo lo demás. Se expresa de manera evidente en los concursos de belleza, en las competencias deportivas y en las olimpiadas. Florece en el trabajo, en los servicios, en el comercio internacional y en los negocios.

Es así en todas partes—competencia y lucha. Y la lucha es considerada una norma en nuestras vidas. La relación de una persona con el banco, con su jefe, con la vida y con un vasto sistema de salud, el sistema educativo, etc.—todo esto es una constante lucha.

Es decir, no tratamos de entender el proceso desde un buen punto de vista de cómo equilibrar nuestras vidas, cómo construirla correctamente; más bien, actuamos como resultado de nuestras relaciones, donde alguien te puede quitar la pieza más grande.

¡Es una vida terrible! Si la vemos con objetividad, entonces, por supuesto que es una guerra constante, pero al menos una a la que estamos acostumbrados y no una guerra física para matar.

La correcta evaluación de eventos es que todo viene de una naturaleza que no podemos cambiar. Podemos solo interactuar mejor de alguna forma con los demás. La naturaleza continuará empujando a la humanidad hacia su desarrollo egoísta, solo a través del egoísmo.  Por lo tanto, una educación anti-egoísta, de la cual hablan los psicólogos, no ayudará a la humanidad. Solo el estudio de la apropiada interacción entre ellos lo hará.  Comenzamos a una edad temprana, sentando al niño en un círculo y gradualmente desarrollando cualidades en él, que no es “yo”, sino “nosotros”.

Este entrenamiento es muy serio. No lo he visto en una forma pura en la psicología; y la Cabalá explica este método claramente y lo hemos utilizado en la práctica por largo tiempo.

La esencia del método es que un niño comienza a interactuar correctamente con su equipo y entiende que en este caso, el equipo es su “yo” personal. Al mismo tiempo, se vuelve una parte inseparable de su equipo, su sociedad, lo ama y lo considera su hogar. Comienza a sentir a todos los participantes en su sociedad como él mismo. Y esta es su misión: crear relaciones entre las personas donde ellas se sientan entre sí como una sola persona.

Más tarde, si la persona se cambia a otra sociedad, transfiere estos hábitos ahí. Por supuesto tal transición no es fácil; es necesario primero aprender cómo hacerlo. Así que si alcanza las correctas interacciones con los demás, la sensación de una persona externa, un amigo, aparece en ella—una sensación de personas de acuerdo a sus pensamientos, intenciones y el grado de cercanía entre ellos. Comienza a sentir a los demás como a sí mismo. Con cada persona que haya tenido contacto momentáneo, sea positivo o negativo, al menos les entiende.

Entonces, la competencia es reemplazada por la cooperación, por actividades comunes, por una sociedad con los amigos.

Pregunta: ¿Se desarrolla un deseo para que los demás tengan éxito?

Respuesta: Este es un sentimiento necesario porque eso crea la misma gran plataforma para la unión total donde se comienza a sentir que esta es la única verdad.

Pregunta: Pero usted dijo que en principio esto está contra la naturaleza humana. ¿Cómo funciona esto?

Respuesta: Es contra la naturaleza humana pero, de acuerdo a la educación que recibe. Y específicamente con las acciones contrarias a la naturaleza, comienza a elevarse por encima de eso. Entiende que ahora existe una fuerza más grande en sus manos, que la del egoísmo rechazado. Esta es una fuerza unificadora, altruista, atrayente. Cuando, gracias a sus esfuerzos, esta fuerza comienza a dominar, ve que las dos fuerzas, tanto la altruista como la egoísta, se producen una a la otra y están diseñadas para ir juntas, como el positivo y el negativo en un circuito eléctrico o en los polos de un imán, como un electrón y el positrón en la materia. Las dos fuerzas no pueden existir una sin la otra, y la persona comienza a trabajar con ellas correctamente.

Este es el principio de una psicología elevada. Los psicólogos no pueden simplemente insertar la fuerza positiva en nuestro mundo. Aún esta es nuestra principal tarea, porque nuestro mundo está completamente construido sobre la fuerza negativa, y como está escrito:“Yo creé la inclinación al mal” (Tratado Kiddushin 30b). Esta es la única fuerza que actúa en nuestro mundo. E incluso su manifestación positiva que vemos también se deriva de la competencia, de la necesidad de adquirir, de atraer hacia uno mismo.

La sabiduría de la Cabalá nos enseña cómo insertar la fuerza positiva oculta en nuestro mundo; podemos revelarla y traerla a nuestra vida cotidiana. Entonces, actuaremos con las dos fuerzas, la positiva y la negativa, y seremos capaces de trabajar en nosotros mismos.

Pregunta: ¿Quiere decir que los guías deben ser cabalistas?

Respuesta: Deben ser cabalistas en sociedad con los psicólogos. Los psicólogos deben entender que ellos solos no tendrán las herramientas para corregir a las personas. Por lo tanto, la psicología también está en crisis hoy en día.
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De Kabtv “Noticias con Michael Laitman” 14/sep/16

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