Si yo siento indiferencia hacia los amigos y nada me molesta, es una señal de que no he empezado a descubrir el odio y, ciertamente, no es amor. Sin embargo, si ya me siento rechazado por ellos, es la influencia de la Luz superior que está brillando sobre mí para mostrarme mi mal, mi ego.
No todos están listos para este tipo de trabajo: Es posible que la persona pueda conectarse con otros y sentirse bien, es agradable, es interesante ir al desierto con todos, con todo ese abrazo, y que ella no sienta ningún odio. El odio sólo puede revelarse por medio de la Luz que reforma.
¿Te sorprende que sea esta la manera en que esta te reforma? Sí, esta es la manera de Él.
Es importante que no te desesperes de haber descubierto el odio que te repele. No grites, «¿Dónde está mi avance? ¿Qué tipo de recompensa a mis esfuerzos es esta?»
Si continúas a pesar de todo, si deseas conectarte con los amigos porque no hay otra opción y porque los cabalistas te invitan a hacerlo, si te anulas, entonces comprenderás que es posible alcanzar el otorgamiento y la revelación del Creador sólo a través de la conexión. Pero tú ves que por ti mismo, no puedes conectarte y entonces te das cuenta de que la conexión sólo es posible realizarla con la ayuda de la Luz circundante.
El odio hacia los amigos también viene de la Luz, pero este ocurre sin que lo pidamos. Es la revelación del mal. Con el fin de corregirlo, la persona debe relacionarse a propósito con la fuerza superior y pedirle que sea revelado para que tengamos la oportunidad de conectarnos con los demás.
Hay muchos ascensos y descensos, decepciones y un largo período de impotencia en este camino en el que no puedes anularte o voltear hacia ningún lado. Somos agotados de esta manera a propósito, hasta que finalmente la Luz de Arriba viene a ayudarnos, y nosotros comenzamos a apreciar a los amigos. Aquí también deberías comprobar si los aprecias sin razón, o si los aprecia porque aprecias al Creador.
Israel, la Torá, y el Creador siempre deben estar unidos en uno solo, y entonces esto te dirige en la dirección correcta. Israel (tú) está lleno de odio, la Torá (la Luz superior) te reforma, ayudándote a construir el amor sobre el tope del odio. Y entonces, en la línea media, cuando conectas correctamente la derecha y la izquierda, tú revelas al Creador y todo se fusiona en uno.
Este es el enfoque de nuestro trabajo.
(68192 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/31/12, Escritos de Rabash)