El Arca de Noé es hoy nuestra única salvación

Noé, el conocido personaje de la Torah, representa una etapa en nuestro desarrollo espiritual: es cuando una persona se da cuenta que su egoísmo es malo y que no puede liberarse de él porque está en toda su naturaleza. Comprende entonces que sólo la Fuerza Superior, que está fuera de él,  puede transformarlo.  Por eso construye el Arca; o en otras palabras, como respuesta a su súplica, la Luz Superior crea el atributo de Bina (otorgamiento) en él, en donde puede permanecer para que sus deseos egoístas y propiedades no lo controlen más.  Cuando ingresa en el Arca, asciende por encima del egoísmo y entra al reino de otorgamiento, aislándose de su egoísmo, que es su naturaleza.

Hoy todos nosotros y el mundo entero comienza a percibir que estamos en una etapa amenazadora: el estado de Noé antes del Diluvio.  Nos amenazan el Diluvio (el egoísmo) interior (individual) y el exterior (a nivel mundial) que hemos atraído y que no podemos vencer nosotros mismos.  Nuestra única salvación es ocultarnos en el Arca, para que cada persona y todos unidos adquiramos el atributo de otorgamiento y nos elevemos por encima de nuestro egoísmo.  Todo alcanzará la armonía, como lo hicieron todas las especies y las criaturas que estaban en el Arca y haremos la transición hacia una vida renovada.

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