El baile es el trabajo interno más serio

Existen acciones durante nuestras reuniones donde tenemos que renunciar a nuestra crítica y simplemente unirnos con todos. ¿Cómo puedo hacer eso? Puedo hacerlo precisamente al saltar y cantar junto a todos como un niño, anulándome.

 Esta actitud me conecta al estado general, ¡dándome la habilidad de salir de mis limitaciones y sentir un «viento» espiritual! Puede parecer como si este tipo de comportamiento fuera imprudente, pero sólo nos parece así porque no reconocemos la espiritualidad en ello, ¡Y es porque es la Luz del Infinito! Somos incapaces de discernir nada en ello con nuestros instrumentos de percepción. Por eso nos parece sin vida e inanimado (Néfesh). Sin embargo, si somos o no capaces  de ver la entera Luz espiritual de NaRaNJaY en ello depende enteramente de nuestro Kli.

Todo lo que viene de la unidad, incluso el más pequeño rasgo, es perfección. Por lo tanto, es precisamente de esta manera, a través del baile mutuo cuando estás saltando junto con otros, que tenemos la oportunidad de percibir una sensación espiritual.
Esas danzas vinieron a nosotros de los grandes Cabalistas, especialmente del Baal Shem Tov. Rabash también nos hacía a nosotros, sus estudiantes, bailar de esta manera. No es sólo imprudencia; dentro del baile hay un pensamiento serio y un trabajo tremendo. Súbitamente no lo quieres y pensamientos de «a favor» y «en contra» se alternan dentro de ti con mucha frecuencia, evocando dudas horribles. Mientras tanto, continúas saltando.

Tampoco es meditación porque no te desconectas de la realidad. Estás siempre ante la pregunta: ¿Qué estoy haciendo y por qué? ¿Qué me da esto, quién me hace llevar a cabo esto, y con quiénes estoy saltando, qué nos conecta? Vas a través del entero trabajo interno de principio a fin mientras estás bailando.

¡La danza te fuerza a ir a través de todos los diferentes pensamientos que existen en contra de esta! Estos pensamientos están en contra de la unidad, la cual no quieres. Tu mente siempre batalla contra esto y te ves forzado a hacer discernimientos.

Por esto la danza se convierte en un trabajo interno arduo. Sales de ello simplemente exhausto, vacío de energía. Y no es porque saltaste, sino porque fuiste a través de tantos discernimientos en tu interior. Estás danzando dentro de ti, en tus ascensos y descensos interiores. Y el hecho de que estás saltando externamente al mismo tiempo está ahí sólo para despertar esos estados internos en ti.

 Estás saltando externamente, elevándote y cayendo, mientras dentro de ti hay una gran cantidad de otros ascensos y descensos que suceden simultáneamente. ¡Y eso es lo más importante! Sin las acciones externas no serías capaz de hacer las acciones internas. Una cosa no sucede sin la otra. Por esto la danza se convierte en un medio único para trabajar. Por esto el Baal Shem Tov y los primeros Judíos Jasídicos, que eran Cabalistas, enseñaron esas tradiciones.

(De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 12 de agosto 2010, sobre la lección, El rol de la nación.)

Material Relacionado:

Un tiempo para estudiar y otro tiempo para danzar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *