El camino al placer ilimitado

Pregunta: ¿Qué es intención? ¿el Creador la creó? ¿o la creamos nosotros mismos?

Respuesta: Específicamente porque el hombre tiene la posibilidad de estar en estados opuestos y contrarios, un estado es expresado intencionadamente en relación con otro.

Si quiero algo, indica que tengo la intención de recibir un placer particular para mí mismo. En general, llamamos intención a ese deseo. La pregunta es de qué manera quiero aplicarla: ¿para mí o para otros? La intención ya aparece en el siguiente nivel en relación con el Creador. Definimos la palabra «intención», como comprender cada deseo de forma única. En cada deseo o intención, hay muchos niveles.

Pregunta: Si mi intención es dirigida al bien de otra persona o del Creador, se llama altruismo ¿una intención así le llega a la persona desde el Creador?

Respuesta: Sí, viene del Creador, porque es ahí donde la persona aprende a otorgar.

Pregunta: ¿El cabalista constantemente hace cálculos? «¿por quién estoy bebiendo? ¿por quién voy ahora? » Así, ¡es posible volverse loco!

Respuesta: No. Cuando llevas esto dentro, dentro del deseo, no requiere ninguna energía, por el contrario, recibes energía.

Pregunta: ¡Es una lucha constante! Según mi naturaleza, quiero tomar té por mi, pero necesito hacerlo por el Creador, ¿siempre me encuentro en una guerra así?

Respuesta: El hombre recibe un enorme placer adicional al otorgar, no sólo el placer del té que toma, sino porque lo hace por alguien. Supongamos que tu madre te pide que tomes una taza de té; queda en ti la impresión de que lo hiciste por tu madre y así, el placer se vuelve egoísta. Lo recibí y lo disfruté.

¿Y qué sigue? Es necesario avanzar. Es decir, depende de ti recibir un placer aún mayor y construir de nuevo la intención.

Pregunta: ¿Hablamos de placeres como tomar té, café y cosas por el estilo?

Respuesta: ¿Por qué no? El mismo placer que se encuentra en una taza de café, si puedes llamarlo placer, se encuentra en la Luz infinita y eterna. Sólo hay una fuente de placer, el Creador, nosotros somos el deseo que fue creado para disfrutar al recibir de Él.

Pregunta: En nuestro mundo, aparece en mí el deseo de tomar té, pero ¿qué placer puede dar esto en el siguiente mundo? Pues, ahí no hay cuerpo.

Respuesta: ¿Cuál es la diferencia? El deseo tampoco es corpóreo. En el mundo superior, sólo existe el deseo de dar placer a alguien y tener placer al hacerlo. Entiendo que este es un placer más exaltado, mejor, infinito e ilimitado, no porque sea bueno para mí, sino porque quiero que los demás tengan placer. Esta es la característica que recibo de la Luz superior.

Puedes preguntar: «¿Le doy placer al Creador, como si le diera de comer a mi bebé con una cuchara?» La respuesta es «Sí». «Entonces no hay problema, yo también alimentó  a mi hijo pequeño con una cuchara y disfruto al hacerlo»

Pero esto es puramente un cálculo egoísta. Para evitarlo, primero debes odiar el objeto por el que lo haces. No hay amor sin odio. Necesariamente, todo debe construirse con dos cualidades opuestas. En eso, el odio de ninguna manera es destruido, apoya el amor y el amor apoya el odio. Y así, existen juntos.
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De la lección de Cabalá en ruso 26/feb/17

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