El destino nos ha juntado para estar juntos y eso es irreversible

Dr. Michael LaitmanPregunta: La operación militar, «margen protector», y todos los eventos relacionados con ello, evocaron una sensación de conexión especial en la nación israelí. La nación israelí se une cada vez que nos encontramos con una emergencia, pero esta vez la conexión que se sintió fue extraordinaria y especialmente fuerte y sin precedentes.

Esta nos afectó a todos, incluyendo niños pequeños y ancianos, Existe una imagen de un tanque cubierto con dibujos de niños que fue enviada a los soldados. Los extraños visitaron a los soldados heridos, ayudaron a sus familias, y enviaron paquetes al frente de batalla. Nunca había existido una expresión de ayuda mutua a tal escala ¿Cuál es la sensación especial que se despertó en la nación israelí durante esta guerra?

Respuesta: Existe una fuerza oculta especial en la nación israelí, e incluso he visto referencias a esta en libros y películas de directores que nos son israelíes. Existe una cierta preparación para el auto sacrificio en el pueblo judío. Este puede ser expresado en su actitud hacia la ciencia, hacia una profesión particular, o un cierto asunto. La persona siente que debe dedicarse totalmente a cierta idea. Aun cuando este fenómeno exista en todas las naciones, aun así se expresa de forma única entre los judíos. Ellos expresan su lealtad, su conexión, hasta el grado del auto sacrificio cuando tienen la oportunidad de hacerlo.

La persona no busca una recompensa ni le importa si otros saben de sus acciones, hablan de él, o lo recuerdan como un héroe. La disposición para el auto sacrificio que surge de la historia del pueblo judío de pronto se despierta en la persona.

Estuvimos conectados en el pasado en los días del Primero y el Segundo Templo (lo cual simboliza una vasija completa, un alma). Esta conexión creó una conexión muy profunda, eterna, que nos alimenta y nos llena hasta el día de hoy. Ella invoca en nosotros la sensación especial entre el individuo y la nación de Israel, incluso si él fuera a hacer todo lo que esté en su poder para separarse de toda la nación y escapar a un lugar remoto en los confines de la tierra para que nadie sepa que es un judío, para olvidarse de esto y ser como todos los demás. Sin embargo, no puede hacerlo dado que las conexiones entre nosotros están por encima de este mundo y están en el nivel del mundo superior. Entonces, la persona no puede dejar de ser judío, aunque quiera dejar de serlo.

Esta conexión se expresa incluso tras muchas generaciones, cuando la persona misma no sabe que es judío. He conocido muchas de esas personas. Especialmente en España y Portugal, a menudo conozco personas que afirman no ser judíos de nacimiento, pero que sienten que pertenecen a la nación judía. Son los descendientes de los conversos que fueron forzados a renunciar a la religión judía bajo la amenaza de expulsión de España, pero la conexión con el pueblo judío aún vive dentro de ellas.

Es un fenómeno natural que surge del sistema de la realidad. La conexión fue creada gradualmente en un elevado nivel espiritual en el que todos estaban conectados en el estado de un hombre en un corazón, en un alma. La conexión impresa dentro de nosotros es un gen espiritual especial en un nivel más elevado que el de hoy, en el nivel humano.

Por lo tanto, no podemos romper esta conexión porque es incambiable, sólo podemos reconstruida. Entonces, nosotros despertamos hoy en día como resultado de los diferentes problemas y dificultades, y regresamos al estado de la conexión interna.

No hay opción. Estamos conectados, y el destino, el Creador, nos despierta. Hemos tenido suficientes presiones a nivel corporal, donde vivimos en el nivel animado, y la sensación de la presencia del nivel humano inmediatamente se despierta en nosotros en un nivel diferente, más elevado. Este es el nivel en el que estábamos durante la conexión y al cual debemos regresar ahora.

Esta conexión interna existe entre todos los judíos e incluso en todas las tribus perdidas del tiempo del Primer Templo. Existen muchas personas en el mundo que pertenecen a esas tribus perdidas. Los cuerpos no reencarnan, más bien, el alma permanece como la misma alma. Existe la misma conexión entre nosotros que es oculta, más interna, eterna, espiritual, y más sublime.
(141463)
Del Kab.TV «Una nueva vida» del 8/12/14

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