El final de una ilusión o el cambio de paradigma

Todo lo que revelamos ahora en nuestro mundo es una forma corrupta de conexión entre nosotros. En realidad no existen los carros o las casas, la naturaleza inanimada, vegetativa, o animada, no hay personas, nada de esto existe.

Sólo existen cinco fases dentro del alma y sus conexiones con otras almas, y esas conexiones están corruptas. Esas conexiones corruptas nos dan la forma de este mundo corrupto. Y dado que el mundo no puede existir en esta forma (ya que en última instancia, está corregido), es llamado un mundo artificial, que por ahora existe en nuestras cualidades no corregidas.

Tan pronto como comenzamos a corregirlo, inmediatamente vemos un mundo corregido y un estado correcto en lugar del estado corrupto de nuestro mundo, hasta que este se convierte en el mundo del Infinito, donde no hay límites para la distribución de la Luz, y todo está corregido.

Al final existimos ya sea dentro de la única estructura del alma colectiva, o estamos ahí como fragmentados en una multitud de piezas interconectadas. Cuando esta estructura es unificada, nos referimos a ella como completa, esto es el Infinito. Y cuando es como si estuviera dividida por dentro en una multitud de piezas y no es percibida como un todo unificado, nos referimos a ella como el «mundo», un cierto ocultamiento del Infinito. Y entonces vemos el mismo Infinito en una menor resolución, en una forma mucho peor. Esos son los mundos, los mundos de ocultamiento. Pero nosotros siempre vemos sólo la conexión entre nosotros.

Y en nuestro mundo construimos cosas diferentes, aparentemente artificiales: casas, carros, etc. Y todas esas cosas son también formas de conexión entre nosotros. Para maquillar la separación, distancia, y la ruptura entre nosotros, tenemos que construir diferentes conexiones artificiales. En lugar de corregirnos nosotros mismos, estamos ocupados con toda esta cubierta externa. Y es por esto que nuestro mundo está corrompiéndose más por una parte, y está lleno de cosas innecesarias por la otra.

Si nos corrigiéramos, no necesitaríamos nada de esta tecnología. Pero debemos existir en este mundo de la manera en la que está organizado, con el propósito de revelar el final, la ruptura, la crisis, y la falta de propósito en él y entonces movernos hacia la corrección interna. Esta es la revolución que está sucediendo en nuestra generación, el cambio de paradigma.

(63214 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/15/2011, El Zóhar)

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