El largo camino hacia el templo, parte 2

Dr. Michael LaitmanEl descubrimiento de Abraham

La antigua Babilonia es un estado especial de la humanidad que estuvo intercalada en un territorio muy compacto entre dos ríos. Era una civilización bien desarrollada que existió hace 3,500 años.

Los babilonios estaban tan interconectados que empezaron a sentir rechazo los unos por los otros, como si las personas fueran buenos amigos mientras mantienen una distancia decente pero, cuando se acercaban, inmediatamente empezaban a pelear. Después de todo, todos somos egoístas; no podemos permanecer tan cerca los unos de los otros y estamos obligados a dispersarnos.

Los antiguos babilonios descubrieron el fenómeno llamado la Torre de Babel. El egoísmo humano creció como una torre hacia los cielos, así se separaron al grado del odio que surgió entre ellos y que les impedía el entendimiento mutuo a la medida que sentían como si hablaran distintos idiomas.

Ellos no sabían qué hacer en tal situación crítica. Luego, un hombre sabio llamado Abraham ofreció una solución. Abraham era un sacerdote. Él manufacturaba y vendía ídolos babilónicos.

Los babilonios eran paganos y adoraban árboles, piedras, etc. Ellos endiosaban todas las fuerzas de la naturaleza.

Había muchos sacerdotes en Babilonia pero, Abraham era muy famoso entre ellos porque era hijo de Tera, el Gran Sacerdote, quien era un clérigo de mucha influencia.

Abraham investigó la situación en Babilonia y se dio cuenta de que la humanidad estaba obligada a alcanzar  tal conexión en la que se revelaría su estado de crisis, como se mostró por su gran egoísmo.

Después de esta fase, sólo hubo dos caminos posibles: dispersarse incluso más lejos o elevarse por encima de su egoísmo. De hecho, el propósito de la naturaleza no es separar a las personas sino elevarlas por encima de su egoísmo.

El ascenso por encima del egoísmo conduce a la raza humana a una nueva etapa de desarrollo. Para eso deberíamos combinar nuestros poderes, deseos, pensamientos y habilidades. La conexión entre nosotros abre una nueva red de enlace que eventualmente desglosa la fuerza gobernante de la naturaleza para nosotros.

Nuestro egoísmo es sólo una fuerza negativa de la naturaleza. Sí, a pesar de esto, continuamos nuestros esfuerzos para unirnos, revelaremos dos sistemas opuestos que deben surgir el uno con el otro: el deseo de recibir y el poder de otorgar, odio y amor, rechazo y atracción.

Si continuamos nuestros esfuerzos, aún sin éxito, para reconciliar estos dos sistemas, de pronto entendemos que hay algún tipo de conexión entre ellos. La fuerza que integra estos dos sistemas opuestos y los hace un todo es llamada la fuerza superior.

El descubrimiento fue realizado por medio de Abraham cuando reveló la fuerza general de la naturaleza.

Continuará…
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De Kabtv ¨Una vida nueva¨ 5/jul/15

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