El Libro del Zohar – Capítulo “El Tercer Mandamiento”

El Libro del ZoharCapítulo «El Tercer Mandamiento» (Abreviado)

204.  El tercer Mandamiento es alcanzar, investigar y saber que existe un Señor Todopoderoso que gobierna el mundo y unir esto cada día (la revelación de la Luz Superior en el alma) en las seis extremidades Excelsas: HGT NHY de Zeir Anpin (partes del alma), y unificarlas en las seis palabras de la oración,»Escucha, Oh, Israel  («escucha» es el atributo de Bina; Israel es la aspiración hacia el Creador) y a través de esta oración dirigir nuestros deseos hacia arriba (hacia la adquisición del atributo de otorgamiento).  Por lo tanto, debemos prolongar la palabra UNO  en las seis palabras. «Escucha, Oh, Israel, el Señor es nuestro Creador, el Señor es  U-U-U-NO» (que es una señal de nuestra aspiración hacia lo alto).

205.  Por lo tanto está escrito, «Dejad que las aguas bajo los Cielos se junten en un único lugar.»   Esto significa que todos los grados bajo los cielos se juntarán en un sólo lugar, para llegar a ser perfecto en los seis extremos (atributos de ZA).  Ahí mismo, el temor se debe ligar a la unidad de las palabras: «Escucha, Oh, Israel», que se hace prolongando la pronunciación de la letra Dalet en la palabra ECHAD.  Esta escrito, «Dejad que la tierra seca aparezca», dejar que la letra Dalet ד (que designa a la tierra seca) se ligue a la unidad

207.  Está escrito, Y EL CREADOR LLAMO A LA TIERRA SECA, TIERRA. Se refiere a la misma unidad abajo, por las palabras, BENDITO SEA SU GRAN NOMBRE POR SIEMPRE Y SIEMPRE, cuando la tierra, llamada «deseo», llegó a ser lo que debía ser. Pues la palabra «tierra» (Eretz) significa deseo (Ratzon). Por lo tanto, la expresión «ESO ERA BUENO» aparece dos veces en el tercer día de la creación: una vez  para la unidad Superior y otra vez para la inferior.  Pues Maljut se fusiona con ambos lados de ZA – con VAK de ZA y con su propio VAK.  Por lo tanto, la tierra procrea la hierba, pues ha sido corregida para dar fruto.

Material Relacionado:

Esencia de la Sabiduría de la Cabalá

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *