A menudo antes de grandes eventos o de los congresos, existen estados en los que las personas de cierta forma, se empiezan a distanciar ellas mismas. Piensan que no son importantes y no participan en los eventos. ¿Se pierden de algo al no sobreponerse a esos estados?
Respuesta:
Por supuesto, ¡sin duda! El problema principal, está en la preparación del deseo, el sufrimiento y el asombro. ¿Tendrá éxito en el siguiente nivel, en el deseo de conexión? Si al final, no funciona, será un gran golpe, una falla; por lo que entonces, a través de las molestias y algunos problemas que se revelan, se convertirá en una corrección.
Pero, tenemos que actuar de forma distinta. Necesitamos avanzar con nuestra propia presión e impulsarnos hacia el mundo más exaltado.
Pregunta:
¿Qué tendría que hacer yo? ¿Lo más importante para la persona es solo participar?
Respuesta:
No. Hay que estar en este cuerpo y alma y prepararse uno mismo con una gran pasión, con gran movimiento y con terror de que tal vez no resulte, porque esa increíble oportunidad, llega solo una vez en la vida.
Pregunta:
Pero, ¿De quien depende el desarrollo de este deseo?
Respuesta:
De todos juntos, en términos de la garantía mutua.