El privilegio de ser feliz de otorgar

De una lección del Rabash: Estudiamos que debemos estar en equivalencia de forma. ¿Qué es equivalencia de forma? Al igual que el Creador otorga, así debemos nosotros otorgar. Esto es equivalencia de forma. Cuando tenemos que otorgar, no tenemos amor propio, lloramos. Duele que debamos hacerlo así. El Creador otorga, y la pregunta es ¿tiene Él placer en ello o no hay placer ahí para aquél que otorga? ¡Así que no hay equivalencia de forma!  De tal manera que debe haber placer cuando otorgamos, de lo contrario no hay equivalencia de forma. Pueden otorgar sin dolor; dar, yo no necesito de tu dolor, sólo otorga.

Disfruten del otorgamiento, ¿quién se los da a ustedes? ¡La persona debe trabajar, el cuerpo no quiere hacerlo! No es que yo deba sufrir, no hay otra opción, el cuerpo no quiere trabajar. ¿Por qué debo sufrir?, yo no quiero sufrir. ¡Necesito esforzarme!  ¡Y esta no es una condición! La persona que no siente el esfuerzo, es una señal de que su intención es con el fin de recibir, no con el fin de otorgar. El cuerpo no está de acuerdo en otorgar.

Nunca deben anhelar cosas malas. Es necesario sentir diferentes cambios, ellos vendrán por sí mismos. La persona no debe pensar en un descenso, sino siempre anhelar un ascenso, tanto en sus sentimientos como en sus pensamientos: anhelar la bondad, la adhesión, la conexión y la plenitud.  Pero, al mismo tiempo, la persona debe evaluarse de forma crítica, entendiendo que si no hay nada dentro de ella que se oponga al otorgamiento, es una señal de que hay un asunto egoísta aquí. Si la persona maneja el avance con alegría y sin esfuerzo, es una clara señal de que lo hace de manera egoísta a fin de recibir. Sólo cuando recíbelo que hemos dicho anteriormente, el poder del otorgamiento, será capaz de hacerlo y al mismo tiempo ser feliz.

(74131 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 1 de Abril del 2012)

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