El secreto esencial de los judíos, parte 47

Del libro: El secreto esencial de los judíos, M. Brushtein:

Células, comunistas  

 La materia viva, aunque materialmente insignificante en la biosfera, actúa enérgicamente en ella en el primer lugar. (Vladimir Vernadsky, Pensamiento Científico como un fenómeno planetario)

La insignificante película de la vida esclaviza básicamente toda la Tierra. ¿Cómo pudo suceder esto? ¿Podría ser que los elementos separados de la materia viva no sólo están unidos, sino que además interactúan activamente con los demás?

Cada miembro tiene su propio interés personal. La esencia de la evolución es que los elementos individuales que tienen intereses personales se constituyan en un solo cuerpo, y comiencen a actuar en el interés público. (Elisabet Sahtouris, «La biología de la globalización»)

Por lo tanto, la evolución se dirige hacia la unificación. La pregunta es, cuándo comenzó este proceso «social».

La capacidad de las células para moverse activamente e interactuar entre sí de acuerdo a ciertas reglas, les permite a los científicos de hoy hablar del «comportamiento social de las células». Probablemente, algo parecido a la cooperación de células similares descrita, sucedió en nuestro planeta hace unos 4 millones de años, en el umbral de la aparición de la vida. (Eugene N. Panov, Escape de la soledad)

Parece que esta capacidad de interactuar o más precisamente de cooperar, que apareció de algún lugar, expresa la esencia de la diferencia entre lo vivo y lo inanimado.

Por último, en nuestra opinión, lo más importante es que las células no se limitan a interactuar. Juntas, ellas se encargan de todo el cuerpo y trabajan por el bien común, dejando para sí sólo lo que necesitan para la vida. De hecho, su trabajo ilustra un conocido principio comunista, «Desde cada uno según su capacidad, para cada uno según sus necesidades». (Karl Marx, La crítica del programa de Gotha)

Incluso el auto sacrificio no es ajeno a ellas.

Los investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.) encontraron el auto sacrificio a nivel celular.

Resulta que las células madre de la levadura dan sus mitocondrias a los hijos y hacen esto de manera tan desinteresada que con el tiempo ellas mismas mueren.

Podemos resumirlo. Las células no sólo tienden a unirse, ellas buscan la cooperación. Como resultado de esta actividad, las células se elevan al siguiente nivel de la escala social, al nivel de los organismos.
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