El trabajo espiritual con un deseo llamado «esclavo»

Dr.MichaellaitmanLa Torá, «Éxodo», 21:20-21:21: Y si un hombre golpea a su sirviente o su sirvienta con una vara, y [este] muere bajo su mano, ciertamente deberá ser vengado. Pero si sobrevive por un día o dos, no será vengado, porque él es de su propiedad.

Entendemos lo que está dicho aquí en el marco de nuestro mundo, desde un punto de vista ético, moral, democrático o cualquier punto de vista posible. En el mundo espiritual el deseo que es llamado un «esclavo» es ese que ya está bajo mi dominio y con el cual ya puedo trabajar con el fin de otorgar. Pero en ese caso, vemos que estamos lidiando con una situación en la cual, por diferentes razones, el deseo no obedece realmente a su amo. Entonces aparece el atributo de Din, lo cual significa que tenemos que usar la fuerza.

Si yo uso la fuerza, si la controlo al usar mi intención, entonces está bien. Pero si uso la medida de Din en exceso, sin la medida de misericordia para equilibrar las dos, entonces tengo que aclarar lo que sucede en realidad y si esto causa la «muerte». En ese caso es un comportamiento inapropiado.

«Muerte» significa que yo ya no puedo usar este deseo. Un «esclavo», «hombre», «mujer», «niños», y «amigos», son todos deseos que acompañan mi deseo original. Entonces un «esclavo» es un deseo sobre el cual tengo un Masaj (pantalla).

Si me las arreglo para usar este deseo con el fin de llevar a cabo una cierta acción y este no es anulado, no desaparece tras el primer golpe, sino que desaparece después de usarlo como un resultado de mi corrección, significa que no desaparece porque lo he matado, de esta manera no puede usarse nunca más, pero, debido a que ya lo he usado, ya está muerto y se ha ido. Pero si se ha ido directamente como resultado de usar la medida de Din, significa que no lo he usado correctamente.

En otras palabras, si yo uso mi deseo al usar la fuerza y entonces éste desaparece, significa que lo mato. Esto significa que mis acciones son equivocadas porque he usado demasiada fuerza.

Pero si este deseo aún se llena al menos en una acción y sólo entonces desaparece como resultado de mi presión, esta es una señal de que era lo que había que hacer. Entonces tenemos que examinar nuestro trabajo interno con nuestros deseos: en qué nivel estamos, y cómo usarlos.

Eventualmente, todos los deseos tienen que surgir en mí una vez más y yo tengo que usarlos plenamente con la intención en aras de otorgar. Estos no tienen que desaparecer, sino aparecer al máximo y operar en mí al máximo.
(111953)
Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 4/29/13

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