El Zóhar nos ayuda a crecer

laitman_2009-12-13_zohar_1954_w[1]Cuando leemos El Libro del Zóhar, cada persona tiene que descubrir un estado más interno dentro de sí. No tenemos la capacidad de imaginar un estado más elevado que el que el contiguo. Puedo fantasear interminablemente y pensar que imagino el Mundo del Infinito pero sólo me parecerá así, mientras que en realidad más adelante descubriré que eso era solamente el siguiente estado interior, ligeramente más elevado que mi estado de hoy.

Por lo tanto, uno debe aplicar toda su energía y esfuerzo intentando discernir los deseos interiores y las cualidades que corresponden a cada palabra escrita en El Zóhar. Por ejemplo, “ciudad”, “torre”, “ascender”, “descender”, “ángeles”, “demonios”, “espíritus”, “los hijos de Efraín”. No importa a quién o qué se describe, todo se refiere a nuestros deseos y cualidades interiores.

El libro o el autor nos están hablando como lo haría un adulto a un niño, diciéndonos solamente las cosas apropiadas. No podremos leer nada más en El Libro del Zóhar, o imaginar, oír o ver algo suplementario. No obstante, el contenido de este libro es mucho más grande de lo que percibimos ahora, pero no podemos apreciarlo actualmente. Sólo podemos ver un poco, como si nos estuviera enseñando un maestro experimentado que nos muestra sólo lo que nos beneficia y nada más.

Por lo tanto, no debemos tener temor a entregarnos cuanto sea posible para encontrar dentro de nosotros los conceptos internos que están descritos en el texto. Ascenderemos a estas nociones, las reconoceremos y las experimentaremos durante un tiempo, como el bebé que crece cada día, cada semana o cada mes y después puede entender más que antes; adquiere la capacidad de revelar cosas más internas y profundas. Antes, el bebé no podía ver o reconocer estas cosas porque sencillamente estaban más allá de su campo de visión.

Nuestro desarrollo espiritual sucede de la misma forma: al releer el mismo texto, continuamente revelaremos nuevas cualidades interiores y nuevas conexiones.

(Extracto de la lección sobre El Libro del Zóhar, correspondiente al 16 de diciembre 2009.)

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