En la onda del Libro del Zóhar

Pregunta: Desde hace algún tiempo durante la clase de Zóhar siento como si estuviera tratando de encontrar la onda correcta de una estación de radio, pero sólo oigo ruidos. Hablamos constantemente sobre el hecho de que al leer El Libro del Zóhar debemos ajustarnos a un objetivo u otro, y yo no puedo hacer eso en absoluto… ¿estoy perdiéndome algo de eso o solo sigo adelante y eso vendrá con el tiempo?

Respuesta: Lo que pasa es que si estamos hablando sobre la recepción de una onda y no sobre la Luz que Reforma, entonces entre todos los ruidos yo debo encontrar la frecuencia exacta en la que oigo el silencio, el silencio es lo que necesito oír. Esta es la frecuencia exacta de la estación. De acuerdo con la sabiduría de la Cabalá esta dirección exacta indica que estoy preparándome para recibir la Luz Interior.

Aquí sin embargo, estamos hablando acerca de la Luz Circundante, de la Luz que Reforma, que tú no reconoces cuando te llega. Tú no estás trabajando aquí con el fin de recibir alguna sabiduría, de recibir alguna «estación» y escuchar algo nuevo.

Tú estás aquí con el fin de activar el deseo máximo, y en el recibirás el poder para superarte, no el conocimiento. Después de todo, no estás aquí por el conocimiento, sino por el deseo de otorgar, de anularte a ti mismo ante el Superior, de adherirte a Él, a Su atributo de otorgar, al poder del otorgamiento, para llegar a auto sacrificio, y por la capacidad para incorporarte efectivamente en el grupo con el fin de recibir de él la fuerza para encontrar el mecanismo espiritual superior que hay en él.

Tú no te estás sintonizando la «estación» de la sabiduría. Tú no esperas que se te muestre algo parecido a una pantalla de televisión. Este no es el canal por el que llega la Luz que Reforma. Esta llega al lugar en el cual tu más anhelas el otorgamiento y estás listo para anularte a ti mismo y desarrollar tu conexión con los demás. Este es el resultado que nosotros debemos esperar de la Luz que Reforma.

Yo no aspiro a comprender y a sentir el material que estudiamos en absoluto. Yo anhelo comprender y sentir las acciones de otorgamiento mismas. Después de todo, «conocer el material estudiado», como Baal HaSulam dice, en el punto 155, de la «Introducción al Estudio de las Diez Sefirot», significa conocer al Superior, y no, adquirir conocimiento. El conocimiento en la espiritualidad es el conocimiento del otorgamiento, y este se encuentra en la Luz que yo estudio, así funciona la herramienta espiritual. No lo veré si yo no tengo este enfoque.

Después de todo, ¿qué nos trae la Luz que Reforma? Ella nos permite relacionarnos con el mundo oculto en el que vivimos a través del atributo del otorgamiento. Cuando yo comienzo a relacionarme con el mundo mediante el atributo de otorgamiento, el mundo se vuelve transparente y a través de él veo las redes de conexión. Es sobre estas redes que yo estudio, las redes en la que yo estoy incorporado, en las que empiezo a sentirme como una araña en su tela.

Cuando yo siento todo el sistema de conexión, empiezo a corregirlo, a tirar de los hilos que provienen de mí y a ver sobre qué otorgo. Finalmente, este es todo nuestro estudio: acerca de cómo me muevo sobre todo el sistema y cómo, con su ayuda, puedo corregir mis acciones y trabajar para este sistema, y cómo este sistema completo se mueve hacia el Creador, la fuerza general revelada.

Es por eso que yo no busco la «estación» que debe ser revelada por El Libro del Zóhar. Sin embargo, la «estática» poco a poco te llevará a buscar otra «estación», y tú la encontrarás.

(66044 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/11/12, El Zóhar)

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