Estudia el descenso en el estado de ascenso

En el estado de ascenso se debe estudiar el descenso anterior y en el estado de descenso se debe imaginar el ascenso. El mundo está en ocultamiento y por eso se llama «Olam» -mundo, de la palabra «Alamá» -ocultamiento. Por eso debemos tratar de imaginarnos a nosotros mismos en estado superior, exaltado. Pues no se hay cambios en la realidad aparte del ocultamiento en el que el Creador juega con nosotros. Él intencionalmente creó el ocultamiento para que podamos apreciar la revelación, el estado de adhesión con el Creador y la existencia en el mundo del bien absoluto.

Debemos esforzarnos para volver a esa imagen quitando el velo ante nuestros ojos y sentidos. Este ocultamiento se llama inclinación al mal, nuestro ego. Si una persona trata de sentirse como si estuviera en estado perfecto, al final de la corrección, ansiara la revelación de este estado con todo su ser, así se avanza.

Tendremos más fuerza, energía y espíritu elevado para alcanzar el estado de verdad, es decir, la revelación de que no hay nada más que el Creador, el bueno que hace el bien y que llena todo el universo. Estamos en adhesión y conexión con Él, sólo una nube oscurece nuestros sentidos y no nos deja sentir.

No debemos ceder a este ocultamiento, la niebla egoísta creada deliberadamente por el Creador, debemos tratar de disiparla. Buscamos quitar el velo de nuestros ojos y sentidos para sentirnos corregidos y conectados por el amor, en el que el Creador y nuestra conexión con Él se revelan en la misma medida en que estamos conectados entre nosotros. Debemos vivir de tal modo que en el ocultamiento revelemos el bien, al disipar la niebla y quitar el velo del ocultamiento.1

Si el ocultamiento desapareciera y el Creador fuera revelado, nos convertiríamos en ángeles, animales que instintivamente cumplen las leyes de la naturaleza, las órdenes del Creador. El ocultamiento nos ayuda a convertirnos en seres humanos, nos eleva por encima de los animales y evita que inconscientemente sigamos las leyes del Creador, nos hace vivir de acuerdo con nuestras propias leyes de ocultamiento. Por eso, en la revelación debemos recuperar el ocultamiento para así, permanecer separados del Creador y seguir sus leyes, no por instinto, sino por encima del ocultamiento en bien de la grandeza del Creador.

El ocultamiento se convierte en nuestra pantalla, en la cual anhelamos parecernos (Edomeh) al Creador y después volvernos humanos, Adam. El Creador no nos obliga a hacerlo, nosotros mismos queremos ser como Él. El ocultamiento se convierte tanto en la pantalla oculta como en la pantalla revelada.2

De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 25/jun/19, Aprender del descenso en el estado de ascenso

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