Exigimos sin parar

No sabemos cómo sucede nuestro progreso espiritual, porque el Creador controla el proceso. Sólo tenemos que tratar de participar en Él con todas nuestras fuerzas y pedir avanzar adecuadamente, acercarnos más y más al Creador, construir nuestro Kli espiritual, conectarnos cada vez más estrechamente en una red para poder ser presentado al Creador como un alma.

Sobre este trabajo se dice: “Cada uno de ellos ayudaron a su amigo” para traernos de regreso a la conexión que existía en el sistema de Adam HaRishon. Pero volvemos a esta conexión con el egoísmo añadido inculcado en todos y por tanto, se requiere un trabajo más difícil para superar la enorme resistencia, la pesadez, el rechazo y el odio mutuo.

Sin embargo, todo esto se nos da desde arriba para incluir este rechazo mutuo dentro de nuestra conexión y construir nuestros lazos por encima de todas las resistencias. Así es como entendemos cada vez más el sistema de Adam HaRishon en el que nos encontramos.

El sistema comienza a abrirse para nosotros 620 veces más que al principio. “620” es un número simbólico, no exacto, porque en realidad es una revelación miles de millones de veces mayor que lo que se sintió en el sistema de Adam HaRishon antes de la destrucción.

Así es como nos construimos, pero todo esto se debe a que constantemente exigimos volver al mismo sistema, a la misma conexión, junto con todos los obstáculos que ahora tenemos. No pedimos que se eliminen estos obstáculos, pero queremos estar conectados con todos los obstáculos que se han revelado. Por eso se llama «el amor cubrirá todos los crímenes».

Los pecados son necesarios o no habrá conexión verdadera (en la forma correcta) entre nosotros para lo cual se necesita ayuda mutua y tal poder de conexión que sólo el Creador puede dar. De lo contrario, no necesitamos conexión.

Lo principal es mirar siempre hacia adelante y luchar por la unidad para que haya conexión entre nosotros por encima de todos los crímenes y problemas. Y sólo es posible si nos unimos porque el Creador está entre nosotros y llena todo los espacios.

Nuestras contradicciones crecen cada vez más, se hacen más fuertes e insuperables y nos llevan al odio, al descuido o al menos a la indiferencia hacia los demás. Pero así es exactamente como debería ser, ya que el poder de conexión, el Creador, se revela sobre tal superación..

Por eso, debe haber una demanda continua al Creador para que nos conecte, como un niño llorón que molesta a sus padres con demandas sin detenerse hasta conseguir lo que quiere. Deberíamos hacer lo mismo en relación con el Creador. El verdadero deseo que le presentamos al Creador debe trabajar constantemente sin interrupción y el Creador nos ayudará y responderá.

Y así es en cada etapa, en cada estado. Por supuesto, el Creador no necesita nuestras plegarias; las necesitamos para hacer crecer un deseo grande, fuerte, constante, cada vez más sustancial, que crece tanto en cantidad como en calidad.

Y cuando la medida dada se desborde en esta etapa, seremos recompensados con pasar al estado más avanzado.
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De la la parte de la lección diaria de Cabalá 11/jun/21, “Cada día serán como nuevos a tus ojos”

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